La otra cara de Fernando Labordeta
Comediógrafo de chicha y ‘limoná’

Fernando Labordeta.
Le pedimos unos datillos para conocerlo un poco mejor y sin encomendarse a Dios ni al diablo, el tal Fernando Labordeta Blanco empezó a contarnos su vida. “Vine a nacer (sin pedir permiso, claro, un jueves 24 de agosto de 1972, a las dos de la tarde a la hora de comer, como tiene que ser) en plena feria de Almería. De mami gaditana y papi mañico y a pesar a que en mi familia nunca han sido aficionados a la tauromaquia, mi madre insistía en recordarme en mis cumpleaños, que esa tarde toreaba el maestro Paco Camino y que la primera vestimenta que cubrió mi frágil cuerpo, fue una mantita amarilla (mal augurio) para una persona que se dejaría años después la piel pateando escenarios”. Algunas fuentes me señalaron que fuí un niño feliz, cantarín, gordito y bastante hipermétrope y que la lectura le llevó a inclinarse por la imaginación, el cachondeo, la ternura, la creatividad, el desaire, el sarcasmo y la rebeldía.
Ya vale, Labordeta. Vamos al 'tajo'. Un comediógrafo. ¿Nace, se hace o se lo mandan por Amazon?
A día de hoy caben las tres posibilidades. Lo pides y en menos de 48 horas lo tienes en casa.
Dicen algunos mal nacidos, que hay que hacer un esfuerzo supremo para reírse con las chorradas de sus espectáculos.
Está todo pactado, es una farsa, está todo el público comprado: la claque y los que abuchean. No falta nadie.
¿Qué le dijeron sus padres cuando le vieron por primera vez en un escenario haciendo gracietas?
No me dijeron nada, por eso sigo aquí. Nunca ha funcionado bien lo de una colleja a tiempo, tiene un nulo efecto psicológico.
¿Qué cualidades debe tener un buen comediógrafo? Y no se me ofenda, lo digo en serio no es nada personal, je je..
Ojos para observar (capacidad de análisis), estómago para digerir (macerar la visión) y boca para expulsar (creación del contexto para la transmisión del mensaje). Si hay tiempo puedo ampliarle más conceptos.
Sin embargo, usted de joven alumbró e incluso parió numerosas obras poéticas y teatrales de un cierto empaque.
Pues sí, ¿Para qué le voy a engañar? He tenido la suerte de trabajar en el teatro con gente maravillosa de la que he aprendido mucho. Espero satisfecho que mi talentosa hija haya decidido encauzar su vida por el mundo de la farándula, incluso desoyendo a su padre.
Pues nada, nada, cuente en cinco líneas su interminable trayectoria.
Comencé en 1992 coescribiendo con Joaquín Fernández “Adagio para una sorda”. En 1994, “Tonto el que lo lea” con Jesús Herrera en 1995, Primus Vivere en 1995 y entre 1993-96, estuve en la compañía Exabrupo. Con Axioma Teatro (1996-99) “El tren musical, “Simplemente no”, Babilonia I y Babilonia II. Con Basur Teatro (1999-2003) Conektin Pipol, Miedo ambiente, Nius y Animales. Le sigue La Secuela Teatro y para la UAL en 2002 “Los locos: una hora de amor” y” Obra de arte”.
Y durante seis años formó un dúo cómico con Paco Calavera, otro insensato de la comedia.
Recorrimos España con más de cien números teatrales coescritos con Calavera y en el año 2007 hicimos “El padre muerto”. Dos años después comencé a trabajar en la compañía “Escenalia Iniciativas Escénicas” haciendo una veintena de montajes, obras de teatro, pasacalles etc, fui actor con la compañía “Viajeros en el tiempo” desde el año 2018 haciendo rutas teatralizadas por toda la provincia. Y tengo publicados una decena de libros. ¿Sigo?
No, no, por Dios. Déjelo, Labordeta, déjelo, otro día seguimos, necesitaríamos el Espasa para sacar su vida. Usted conoció a su mujer ya casi cincuentón. Eva debe de ser fantástica para soportarle a usted y a los cientos de libros que lleva en la mochila.
Cada palo debe aguantar su vela. A ciertas edades, ya colmados de aciertos y errores, convivir es una proeza que gusta. Los libros son una pasión, una droga, la mejor de todas.
Vamos a centrarnos. ¿Qué sitio de Almería fue el primero en acoger a gentes de su estilo y que se le pueda considerar un templo de culto?
Hay varios. Pero el Zaguán de la calle San Leonardo supongo que ha sido para nosotros nuestra “particular catedral del cante” o de dar el cante. Gracias, Alfredo Benavides, por tantos años de risas. A muchos nos ha marcado.
Pregunta típica-tópica de recurso periodistico. ¿Es más fácil hacer reír que llorar?
La risa ahuyenta a la muerte, el llanto la acerca. Yo prefiero la risa como vehículo. Un espectáculo puede ser muy divertido y a la vez golpearte el corazón con pequeñas píldoras. Lo difícil es pulsar las teclas de la emoción.
Usted se mira a espejo, y aparte de pronunciadas ojeras y sin pelo, ¿cómo se ve?
Me veo fenomenal, incluso hasta las malas lenguas admiten que aún me queda fuelle para rato y no pienso defraudar a nadie, así que mientras las fuerzas no fallen seguiré cantando, actuando y escribiendo para los demás.
Confiese, Labordeta, aparte de usted ¿Cuál ha sido el monologuista más soso o espeso con el que ha compartido escenario?
Yo mismo en días aciagos. Esta profesión tiene sus días, y en los días malos, que los hay, como en todos los oficios, el mayor espejo es el público.
¿Quién le quitó de la cabeza su verdadera vocación de llegar a ser sexador de pollos?
-La madre lógica, que para algo está. Las gallinas se me antojan dinosaurios en miniatura, me dan bastante grima.
¿Y cuál ha sido la peor obra que ha escrito y que encima le han pagado?
Responder a esta pregunta, mencionando una obra es presuponer que el resto son estupendas. Lo que escribimos lo juzga el público, que paguen la entrada y decidan ellos.
A usted por qué se le puede señalar por la calle con el dedo o incluso con los dos o más....
A saber: por ir mal vestido, por comerme alguna palmera (soy muy distraído), o por cantar a ciertas horas de la madrugada con la francachela.
De todos los de su gremio de aquí, de Almería, ¿no ha aprendido absolutamente nada?
De todo el mundo se aprende. A cómo hacerlo bien o a cómo no hay que hacerlo. En los gremios debería haber más camaradería, en todos.
Una curiosidad. ¿Esto de la comedia le da para vivir, brindar con Dom Perignon o pagar la hipoteca?
A veces da para pipas peladas y a veces da para pipas con sal. Pero, ancestralmente, las gentes del teatro hemos sabido vivir con poco, que no es poco.
Hablemos de política ¿Cómo ve actualmente el humor español? ¿Estamos volviendo hacia atrás?
Esta no es una cuestión de política a mi entender. El ingenio y el sentido del humor están muy atomizados, y la risa se instala en lugares que antes no existían. Esta moral que nos gobierna ahora (que siempre ha existido y ahora tiene otro disfraz) no puede ser el dique de contención de la expresión libre. España vive en un perpetuo siglo de oro: mucha letra y poca tela.
Pues nada señor Labordeta, el pasado agosto me quedé con las ganas de ver su obra “Matar” en Clasicjazz, pero un mal golpe de calor me dejó inerte y preso en cama y no me pude escapar. Recuerdo que se trataba de dos personajes que no eran quienes aparentaban, el lugar en el que estaban una mera justificación, espacio temporal, y lo que sucedía parecía que no estaba sucediendo. Un laberinto teatral con una sola puerta de salida, el puro juego. Prometo que en cuanto la vea anunciada de nuevo allí estaré. Vaya con Dios Labordeta, y no se olvide de pagar los cafés. El camarero no nos quita ojo de encima.