El Cádiz-Almería no ha terminado en el Nuevo Mirandilla y se presenta caliente en los despachos del Estadio de los Juegos Mediterráneos la próxima semana. El enfado sigue siendo monumental en el Almería después de lo que vivieron el viernes por la noche en la Tacita de Plata con un árbitro debutante en el Campeonato Nacional de Liga en Segunda División y que no estuvo a la altura en ningún momento. 

Primero expulsó al lateral Bruno Langa y luego realizó un gesto feísimo a Lopy señalándose la cabeza con el dedo como diciéndole que estaba ‘loco’. Lamentable, vergonzoso. Esto no puede pasar en el fútbol.

Palencia Caballero se cargó el partido en Cádiz y lo peor es que no ha terminado porque ahora hay que estar pendiente del Comité de Competición para conocer las sanciones de los expulsados: Kaiky, Bruno Langa, Rubi y Nico Melamed. La que más preocupa es la sanción que le puede caer al futbolista catalán. El árbitro de Valencia reflejó en el acta: “Habéis hecho una puta mierda de partido”. Esta fue la frase de Nico Melamed una vez concluido el partido en el Nuevo Mirandilla en Cádiz. 

El miércoles se conocerá la sanción que le impondrá el Comité de Competición al jugador del Almería que fue a por el árbitro al final del partido en el césped del Nuevo Mirandilla.

Sanciones

En el Almería no descartan nada e incluso se habla de la posibilidad de que Nico Melamed haya dicho adiós a la temporada y no juegue más este curso en el Campeonato Nacional de Liga en Segunda División, donde quedan solo tres jornadas con dos partidos en el Estadio de los Juegos Mediterráneos (Racing de Santander y Tenerife) y fuera en el campo de Anduva ante el Mirandés.

Mientras sobre la expulsión de Kaiky escribió: “Fue expulsado por el siguiente motivo: por derribar a un adversario en la disputa del balón, fuera del área de penalti, evitando una clara y manifiesta ocasión de marcar gol”.

El acta arbitral

De la expulsión de Bruno Langa: “Por realizar una entrada sobre un adversario haciendo uso de fuerza excesiva en la disputa del balón”.

Rubi vio la roja directa por “protestar de forma ostensible una decisión arbitral, lanzando con fuerza sobre su banquillo una botella de agua”.