“Tengo piel de lagarto”: Luis César a la calle
Násctic y Zamora hacen doblete y despiden al míster gallego y a Juan Sabas

Luis César Sampedro termina su tercera etapa en Tarragona.
La etapa de los entrenadores en los banquillos depende solo de los resultados. No hay otro sostén por alto que sea el caché y a las pruebas se remiten Nástic de Tarragona y Zamora CF, poniendo el mismo día en la calle a los ilustres Luis César Sampedro y Juan Sabas. Dos derrotas abultadas frente a Atlético Madrileño y Pontevedra tienen la culpa del relevo en los banquillos y pasan al paro dos entrenadores que no necesitan presentación que han carecido de lo fundamental: resultados. Lo de Luis César se veía venir al no estar el Nástic metido en Play Off mientras que a Juan Sabas, en una situación similar lo ha despachado una goleada ante el Pontevedra.
Luis César llegaba a Tarragona la pasada temporada a falta de dos jornadas para el final de la Liga regular y dirigir al equipo en el Play Off de ascenso sin alcanzar el objetivo. Tocaba volver a intentarlo, pero tras caer eliminados en la Copa del Rey con el equipo fuera de la promoción ha pasado a ser historia, siendo Cristóbal Parralo el elegido para ocupar su puesto. Tras caer en casa de forma rotunda con el filial del Atlético de Madrid manifestaba que: “Tengo piel de lagarto, no me afecta lo que digan”, y saltaba el comunicado oficial con el escudo del Nástic anunciando su relevo en el banquillo. Nada nuevo, le ha pasado otras veces. A Juan Sabas menos, por suerte.
Dos veteranos de guerra
- Luis César llegó para el ascenso exprés y no logró consolidar al equipo
- La derrota ante el Atlético Madrileño marca el final de su ciclo
- El 4-1 en Pontevedra lo deja sin margen pese a su adaptación al Zamora
- Ambos técnicos caen el mismo día por no cumplir con las expectativas
- Parralo toma el mando en Tarragona con el reto de reactivar al equipo
Luis César Sampedro era fiable
“Hay evolución en el juego”, ha sido el último mensaje del entrenador gallego para el que ya ha dejado de ser su equipo y pasa a manos de otro de los grandes como Cristóbal Parralo. Esta era la tercera etapa del gallego en Tarragona. Llegaba para un ascenso exprés en mayo y estuvo a punto de conseguirlo. Tenía contrato hasta junio de 2026 y la derrota en casa ante el Atlético Madrileño por 0 a 3 ha marcado el límite de la paciencia del Nástic. No estar en puestos de promoción (como mínimo) y la falta de solidez defensiva unida a la irregularidad, han sido las claves de un despido que no deja de sorprender, ya que todo apuntaba a que tendría mayor margen para levantar al equipo.

Juan Sabas estaba plenamente adaptado al Zamora.
Juan Sabas y un resultado rotundo
La etapa de Juan Sabas ha durado más que la de Luis César porque tomaba el mando del equipo en el verano de 2024 y se encontraba plenamente adaptado a la entidad y a su filosofía. Los resultados este inicio de temporada no eran los esperados y la goleada en Pontevedra encendía la mecha de la destitución. Sabas, es un entrenador que habla claro y en sus últimas declaraciones, reconocía que “nos podían echar a todos” tras el mal partido ante el Pontevedra, y que “no es la imagen que debe dar el Zamora”. La propiedad del club estaba identificada con Sabas pero el equipo marcha por la mitad de la clasificación y se esperaba más en las diez jornadas celebrada, donde los 12 puntos conseguidos no le han dado para continuar en el cargo. Óscar Cano, otro veterano de los banquillos tomará el relevo en el banquillo del Zamora.