Un futbolista que impone respeto. Aridane Hernández Umpiérrez ha sido el último fichaje del verano en el Almería y habla con la autoridad que le brindan los más de 370 partidos como profesional. Con 36 años, ya tiene el ‘papeleo’ listo para poder debutar este sábado en Valladolid si Rubi da el OK. Con su 1,87 de altura y 91 kilos se define como “una persona normal”, aunque “por el tema del pelo, que soy alto y grande, pues parece que destaco más”.

Mariano Blanco, del departamento jurídico del Almería, fue el encargado de presentar a Aridane Hernández. “Ya tenemos aquí a nuestro Cucurella”, finalizaba la rueda de prensa. Pero antes, el defensa fue contundente en sus mensajes, apuntando que el equipo tiene mucha unión: “El ambiente es sano y no hay egos. En el fútbol es habitual que haya egos, pero aquí no. Demostramos que podemos con cualquier equipo de la categoría y el Almería tiene mucho gol. Ahora toca corregir la sangría de goles para tener más cerca la victoria”.

Se ve en perfectas condiciones físicas para debutar este fin de semana, aunque sabe que todavía tiene que ir acoplándose al sistema de juego que propone Rubi. Eso sí, el proceso será rápido al llevar una dilatada trayectoria: “Ha sido un verano largo desde que salí del Rayo Vallecano. Al principio me costó entrar en dinámica, pero ya van muchos entrenamientos y me encuentro bien físicamente. Ya tengo todo OK para jugar y somos bastantes jugadores en la posición”.

Un compañero clave en su fichaje

Mientras entrenaba con el Eldense, de Primera RFEF, una vez concluida su etapa en el Rayo Vallecano, Aridane recibía llamadas de diferentes clubes hasta que un viejo amigo y compañero le hizo decantarse por el proyecto que le presentaba el Almería: “Embarba ha sido una pieza clave para que yo esté aquí. Me dijo que el Almería está en Segunda por circunstancias y lo he comprobado. El ambiente es fantástico”.

La experiencia que necesita el equipo

Con 124 duelos en Primera División, Aridane baja un escalón para liderar la defensa del Almería. La madurez de una gran trayectoria profesional ayuda a manejar tanto los buenos como los malos tiempos de una temporada: “Me definiría como un central contundente. Son tantos años que vas aprendiendo cosas como situarte en el campo, hablar mucho con el compañero, y así se evitan más los errores. Las cosas hay que hablarlas, tanto lo bueno como lo malo, y esa es la clave del éxito”.

Detalles que marcan diferencias

Para conseguir un ascenso es más importante hacer vestuario que la calidad individual de los futbolistas. “He estado en equipos en equipos con gente de menos calidad pero el grupo era muy fuerte, unido. En Osasuna y Rayo Vallecano había grandes individualidades y nos defendíamos unos a los otros y por eso, por ejemplo, en Vallecas está en Conference League”. Ha firmado una temporada más otra opcional: “Es una motivación especial poder conseguir un ascenso, pero antes necesitamos ir ganando partidos”, sentencia el de Tuineje (Fuerteventura),.