No es nuevo y se sigue dando. Lo de vender un club con toda la parafernalia que genera no siempre acaba bien, porque se trata de una operación mercantil con plazos a cumplir y la competición sigue adelante y hay que atender compromisos económicos. Un histórico venido a menos como el Club Deportivo Badajoz pasa por un momento delicado en lo deportivo, y a nivel social el que fuera su anterior propietario ha denunciado por impago. El equipo compite lejos de lo que dice su historia ya que ha caído hasta la Tercera Federación, y cuenta con un gran estadio y una gran afición que siempre le ha respondido como uno de los grandes de Extremadura y España. El domingo día 6 aparecía en Diario AS la noticia sobre una pelea por el Badajoz y el interés de Joaquín Parra por recuperar el club, ya que el anterior propietario entiende que se han incumplido los plazos para el pago de la compra del club. El empresario sevillano arroja las cifras que se le adeudan y se ha puesto manos a la obra.

Esto ya pasó en clubes de Andalucía que cambiaron de propiedad, y se lo debe mirar el Almería, dado que su cambio de propiedad será complejo y no precisamente entre empresarios españoles, porque todo apunta a que Turki Al-Sheikh dejará la propiedad en manos de capital saudí. Lo que ahora pasa en Badajoz no es nuevo y toca aplicarse el cuento ante lo que pueda pasar cuando llegue esa venta del Almería, de la que prácticamente nada ha trascendido. “No se ha efectuado el cuarto pago aplazado de la compraventa, que fue fijado para el 30 de septiembre 2024 por importe de 350.000 € quedando pendiente de pago a día de hoy la suma de 700.000 €”, explica el empresario en un comunicado.

Joaquín Parra carga duramente contra la actual propiedad en la nota: “Este incumplimiento no es ni más ni menos que el fiel reflejo de lo que son, malos pagadores que van a dejar a Badajoz sin club, porque, ¿en qué cabeza cabe que vayan a pagar el concurso de acreedores si no están haciendo frente a los plazos de la compraventa?”.

Badajoz

A lo largo de la historia ha sido el CD Badajoz un club de solera siempre instalado en LaLiga con buenas temporadas en la categoría de plata, y apuntando a Primera en noble rivalidad con el Extremadura de Almendralejo y Mérida, que disfrutaron de la máxima categoría en los años noventa. Badajoz, tiene una gran afición y un campo nuevo y confortable para el regreso del club a LaLiga. El equipo compite en la Tercera Federación y se encuentra lejos de un ascenso que es lo mínimo que se le exige a un club de su solera. Ante esta situación, Parra, ha anunciado que: “No voy a quedarme de brazos cruzados sin hacer nada, no pararé hasta recuperar el club, que no pagan, y hasta meter en la cárcel a cada uno de los responsables, ya sean propietarios, colaboradores o palmeros, de la liquidación del club si esta se produce. Me encargaré de que sea el último club que arruinan”. Los aficionados asisten a una delicada situación.

Almería

La venta de clubes en España siempre ha generado tensiones y no son pocos los que acabaron en los Tribunales. No es nuevo lo que se vive en Badajoz, pero la complejidad de la operación va en aumento cuando se trata de una venta a gran escala y con compradores que vienen de fuera. Muchos clubes de LaLiga hoy son propiedad de capital extranjero. La venta del Almería parece cantada por la apretada agenda de Turki Al-Sheikh como ministro de Arabia. Poco ha trascendido, salvo la anunciada llegada de inversores por Almería. El CEO, Mohamed El Assy, sigue la hoja de ruta marcada por su presidente y cuando llegue el momento de vender se hará con las debidas garantías, y posiblemente a capital saudí. El club tiene dos grandes obras a realizar y un marcado objetivo deportivo que le coloca en el escaparate para los futuros compradores. Pero que nadie olvide en Almería que no hay venta en España que no lleve implícita polémica y hasta denuncias por incumplimiento de plazos y el último club en vivirlo es el CD Badajoz.