Este sábado el Almería entra en la recta final de la temporada. Llegan las últimas diez jornadas y la hora de la verdad para los equipos. Como suele ser habitual los clubes se marcan la hoja de ruta, las cuentas pendientes se tienen que aprobar en tiempo y forma para no tirar la Liga a la basura. Viene un Levante lanzado con cinco victorias seguidas que le han colocado líder de Segunda, mientras el Almería solo ha ganado uno de los últimos diez encuentros. Será un partido para valientes y los tiene Rubi en su vestuario. Basta mirar esas catorce jornadas para pasar del descenso al liderato, primero, y a lograr terminar la primera vuelta en lo más alto. Todo lo alcanzado no ha sido solo producto de la calidad de la plantilla porque hubo partidos donde se les notaba unidos y comprometidos para vencer. Ahora que el grupo se ha caído, llega la hora de los valientes y de salir al campo con una dosis de compromiso que los haga mejores.

Rubi siempre habla de la intensidad cuando los partidos no se han dado bien y antes de competirlos de saltar al campo enchufados. Este sábado no hay margen de error y para ganar al líder le deben poner los rojiblancos lo mismo que saque al campo el Levante y pelear la victoria. El fútbol son dinámicas y sensaciones y ni lo uno ni lo otro tiene a día de hoy el Almería, pero puede sacar de su interior un plus de entrega que unido a la calidad que atesoran le acerque al triunfo. Se acabaron los verbos, se necesita la carne de los puntos y daría mucho derrotar al Levante para cortar su buena racha y acercarse tres puntos al liderato. Toca encender el Mediterráneo.

Hay calidad en el Almería y falta compromiso. Ni lo uno ni lo otro se entrena, por lo que Rubi se lo debe pedir a sus hombres que son conscientes de su capacidad para derrotar a cualquier rival de la categoría. En el Ciutat de Valencia ganaba el Levante en un partido donde el Almería salía con ‘la caraja’ pero llegó al descanso igualando (2-2) en tarde inspirada de Sergio Arribas

Lo que no se entrena

Una vez disputadas 32 jornadas de competición y con el Almería a un punto del Play Off hay que hacer muchas cosas bien para subir a Primera. Se acabaron los discursos y los entrenamientos se los saben de memoria. Rubi necesita eso que no se entrena y tienen todos los futbolistas. La calidad que les viene de serie salta al campo con ellos en cada partido pero eso que se llama intensidad o compromiso (que dicen otros) no lo controla nadie. Lo tienen que poner los profesionales que sean elegidos para ese once de valientes que saldrá para derrotar al líder. Como la calidad se tiene, hay que tocar la tecla del compromiso y el Almería logrará derrotar al Levante.

Lanzar un mensaje

Para el entrenador queda enchufarlos al partido desde el minuto uno. Una salida como la de Burgos les lleva a la derrota porque el Levante te penaliza y hace gol con pocas ocasiones. Rubi tiene que lanzar un mensaje claro y directo para que los 11 elegidos sean mejores, igualando y hasta superando eso que ahora se llama intensidad. El vestuario tiene la palabra para un partido grande porque llega el líder al que miraban por el retrovisor y ahora muy por encima de la clasificación. Si se “matan a trabajar”, como dice Rubi, que se vea en el campo todos los fines de semana y se dejen de repetir los errores por falta de concentración.

La afición va a estar

Los que nunca fallan y siempre dan la cara no pueden competir pero suman. No tendrá queja el Almería de unos seguidores fieles que arropan al equipo por malos que sean los tiempos. Encender el Mediterráneo es tarea de unos futbolistas en deuda con su afición. Subir a Primera es un gran premio a repartir entre todos, y los partidos de casa a partir de ahora tienen que darle al equipo tres puntos sea cual sea el rival. Si los jugadores son valientes y dan el paso van a notar a su afición.