Betis y Atlético, dos partidos para creer
El Almería se impuso en todo al equipo de Simeone, excepto en el marcador

Garitano en la banda del Cívitas Metropolitano.
Las críticas feroces que llegan a Madrid desde Almería, sobre todo centradas en el trabajo de su equipo encargado de planificar la temporada, hace que allende de nuestras fronteras provinciales seamos presa fácil de criticas y menosprecios.
Los titulares de algunos diarios madrileños ya reflejan esa falta de respeto hacia los nuestros. ‘No son horas para el Atlético’ o ‘Las dos caras del Atlético’, dejando en segundo plano el protagonismo de los almerienses en el Manzanares.
Porque si el equipo almeriense cambio tras la primera media hora de encuentro no fue porque los locales decidieran echarse una siesta o porque los de Simeone despreciaran a un rival al que superaban en dos goles, en presupuesto y en una infinidad de puntos, sino porque Garitano movió ficha desde el banquillo sin hacer cambios y porque el orgullo de sus profesionales les hizo creer en sacar un resultado positivo de Madrid pese a tener todo en contra.
Balance
El refranero español, siempre tan sabio, aconseja que el zapatero se dedique a sus zapatos. Quiso Garitano que un central, Chumi, desatendiera sus atenciones en el eje de la defensa para que se fuera al costado; el invento no le funcionó.
Pero es en estas circunstancias donde el entrenador tiene que adquirir el protagonismo que la ocasión demanda y a Garitano no le tembló el pulso cuando ordenó que Pozo se colocara en su sitio de lateral y Chumi en el suyo de central. El cambio de dibujo coincidió con la única gran intervención de Maximiano en el partido al lanzar a córner una falta ejecutada por De Paul.
Fue mano de santo. Con esta nueva disposición el Atlético desapareció en su faceta atacante. Los medios almerienses tuvieron más libertad de acción y el Atlético se vio superado en todas las facetas del juego por unos jugadores que no están dispuestos a arrojar la toalla y que van a darlo todo por sacar a su equipo del infierno en el que anda sumido.
Pese a gozar de buenas oportunidades y de que el mejor jugador del Atlético en la última hora de partido fuera su portero Oblak, el Almería se quedó una vez más en la orilla, como consecuencia de los errores cometidos en la primera media hora y de la ausencia de un delantero centro en una muestra más de que el fútbol se rige por la lógica, como las Matemáticas, casi siempre.
Análisis
Los almerienses se sacudieron la presión de los locales, y se impusieron en todos los órdenes para sacar el orgullo que ha tenido y siempre tendrá esta modesta entidad que nos representa. La sala de máquinas comenzó a funcionar a la máxima potencia y el todo poderoso Atlético se vio arrinconado en su área sin saber ni como ni por donde salir. Incluso superamos a los colchoneros en el marcador con un parcial de 0-1, pero todo el esfuerzo fue insuficiente y no dio para sumar porque la carga de los de dos goles era demasiado pesada para un equipo sin delantero centro.
Pero creo que el duelo del Manzanares da pie para pensar que este Almería está capacitado para superar el próximo domingo a un Mallorca que llegará atrincherado con una defensa de cinco, lo ideal para los equipos en problemas.
Aunque Garitano sólo haya conseguido sumar un punto desde su llegada al banquillo considero que el equipo está en progresión en todos los órdenes. En el aspecto físico el cambio es espectacular, la mejor muestra la ofrece un Lopy más potente y más veloz que nunca. La estrategia está muy bien trabajada pese a que no se saque el partido que merece por la falta de remate. Pese a la situación en la tabla se nota que cuadro técnico y futbolistas creen en la salvación. Una permanencia que pasa por romper el maleficio y sumar los tres puntos ante el Mallorca.
Pese a la crisis de resultados en la que anda sumido el equipo las matemáticas ponen de manifiesto que el Almería está en condiciones de salir el domingo por la puerta grande del Power si consigue vencer al Mallorca porque le haría llegar con la moral a tope al duelo ante el Barcelona y afrontar las vacaciones navideñas con la esperanza de remontar el vuelo si recupera lesionados y Mohamed El Assy acierta con los retoques que el equipo necesita en la misma medida que ha errado gravemente alejando las gradas de los fondos del terreno de juego y dejando bajo mínimos la repercusión del apoyo y el aliento de su hinchada sobre jugadores y árbitro.