Resulta evidente que la mayoría de abonados del Almería ha perdido la confianza en la dirección deportiva de la entidad almeriense. Desde que Turki preside la entidad rojiblanca el primer curso y el actual han sido los que han registrado una peor gestión deportiva. En el primero la premura de tempo puede valer como justificación; en el presente, uno de los más tristes de la historia del fútbol almeriense, es el fruto de una concatenación de errores de los responsables de la dirección deportiva.

Mohamed  El Assy es el hombre de confianza del presidente ejerciendo como director general y deportivo del club. Su gestión como director general es brillante ya que ha conseguido dotar al equipo de unos recursos que le han permitido aumentar su limite salarial a cotas impensables la campaña precedente.

Fichajes

El ejecutivo egipcio cuenta con Joao Gonçalves como su máximo asesor. Los dos han errado gravemente este curso en la confección de la plantilla. La situación actual debe llevar a El Assy a la reflexión, a analizar los fallos y buscar soluciones. Personalmente creo que el equipo necesita un director deportivo específico avalado por el éxito en otros equipos.

En cualquier caso los abonados están deseosos de conocer el análisis que de la actual situación del equipo hace su director general y los planes de futuro de la entidad con la que está cayendo. Sobre todo recibir algún tipo de aliento que habrá una ventana de ilusión  para futuros duelos ligueros. El silencio del máximo responsable del club en Almería en esta oportunidad y con las premisas actuales es un mal compañero de ruta para la entidad.