Ocho lanzamientos de esquina, cuatro faltas laterales y varios saques de banda a la altura del área de penalti del Valencia no sirvieron para que el Almería inquietara a Mamardashvili. Este es el mejor dato que demuestra, una jornada más, que el trabajo del equipo en lo que a estrategia de refiere sigue en pañales.

O Dani Pendín no se explica bien o el maestro no tiene lecciones variadas que enseñar, o sus alumnos no se aplican en asimilar las enseñanzas del técnico encargado del balón parado. Pero se trata de una disciplina que da y quita muchos puntos y en la que es fundamental aplicarse.
    

El duelo ante el Valencia aportó un dato positivo en esta faceta. La perfecta ejecución de los lanzamientos desde la esquina que tuvo como protagonista a Lázaro Vinicus, el segundo de los cuales se hubiera convertido en un gol olímpico si Mamardashvili no hubiera firmado su enésima intervención magistral.

La pregunta

La afición se pregunta si no tenemos ningún futbolista con fuerza de brazos suficiente como para meter directamente en el área los saques de banda, una jugada que cada vez se prodiga más en el fútbol y que promete con dos centrales sobrepasando los 190 centímetros.

En cuanto a la clasificación el Almería ha cerrado la sexta jornada en la última plaza con dos puntos, pero los puestos de salvación están sólo dos puntos más arriba, con lo que no hay nada perdido. Una victoria nos saca del descenso. Vamos a por ella en Sevilla. Equipo hay para ello.