ANÁLISIS: A la espera de un ‘milagro’ en Mestalla
Los de Rubi han tirado por la borda 22 de los 24 puntos posibles fuera

Miguel del Pino analiza al Almería de Rubi.
Se mantienen a su máxima potencia los mecanismos con los que el presidente de la Liga de Fútbol Profesional persigue al Almería.
El cacique deportivo que comanda la institución de los clubes aprovecha su libertad a la hora de fijar los horarios de los partidos para colocar a los nuestros en las peores condiciones.
Las razones de esa inquina de Javier Tebas hacía nuestro equipo no se conocen con exactitud pero en alguna ocasión se ha destacado que podría venir motivada porque nuestro presidente sea ministro de Arabia Saudí, nación que colabora estrechamente con la Federación, enemiga irreconciliable de Tebas.
Balance
En cualquier caso el perjuicio es más para los abonados que no puedan asistir por trabajo que para el equipo que tiene margen suficiente.
Con el empate en Cádiz el Almería cerró un 2022 nefasto como visitante que le ha llevado a situarse como el peor de la categoría en los desplazamientos. Los de Rubi han tirado por la borda 22 de los 24 puntos que se han puesto en juego en sus ocho duelos fuera de casa y eso lo está pagando muy claro pese a sus buenos números como local.
Análisis
Es el que menos puntos ha logrado lejos de su afición, el que menos goles ha logrado, sólo 4 y uno de los que más veces ha visto batida su puerta, en 15 ocasiones, sólo Celta, Valladolid y Elche han encajado más fuera de casa.
Resulta sorprendente que desde algún sector se pida la renovación del técnico con estos números y sin haber conseguido el objetivo que es la permanencia. Desde luego los medios no estamos para quitar ni poner rey sino para informar y opinar sobre lo que el equipo ofrece.
El Almería se estrena como inquilino en 2023. La afición se agarra a un clavo ardiendo por aquello de año nuevo vida nueva para ilusionarse con la opción de que los suyos logren el primer triunfo del año. Sería todo un ‘milagro’ en un escenario ilustre.
Valencia y Almería se juegan los cuartos, no de la competición copera de la que los nuestros están fuera y sólo siguen los valencianistas, sino los que dan de comer porque le llevan a lograr sus objetivos en la Liga. Se trata de dos equipos en el alambre porque la escasa ventaja con el descenso, un punto para el Almería y dos para el Valencia, les lleva a estar amenazados de forma constante.
El Almería puede y debe ganar en Mestalla, pero para lograrlo tendrá que ofrecer su mejor versión y ésta sólo ha aparecido en lo que va de curso en Villarreal.
Sólo Rubi tiene la capacidad y la potestad de enderezar el rumbo del Almería en los desplazamientos. El técnico ha manifestado en rueda de prensa que van con la moral a tope a Mestalla. No será por los precedentes jugando como visitantes. Está claro que manteniendo la misma dinámica el barco no va a buen puerto, hay que cambiarla. La afición espera que de una vez el entrenador acierte y nuestro equipo regrese de Valencia con tres puntos.
Para este partido Rubi cuenta con todos sus efectivos, a excepción del central Kaiky que sigue con molestias. Lo que si parece seguro una vez más es que el equipo jugará de inicio con un sólo punta, dado la alergia del técnico a jugar con dos. No se esperan grandes cambios de nombres, aunque Babic tiene muchas opciones de recuperar la titularidad.
Considero pertinente hacer una mención especial para Alberto Lasarte, entrenador del juvenil, que está realizando un gran trabajo y que mantiene a su equipo primero al empatar sin goles en Sevilla, frente al tercer clasificado. El juvenil indálico se mostró solidario, firme, con las dos lineas de cuatro muy juntas y con dos delanteros. En definitiva, un equipo de autor.
Arbitrará el extremeño Gil Manzano, considerado por algunos sectores como árbitro de cámara del Real Madrid, pero que en Mestalla ofrece todas las garantías como ya hiciera en el Mediterráneo en el duelo frente al Almería. Internacional y de los buenos. En el VAR estará el catalán Estrada Fernández.