Siempre he creído que tanto en el mundo del fútbol como en la vida es de justicia darle al César lo que es del César. En este caso se trata de poner  en valor el trabajo de Rubi al frente de nuestro equipo.

Con el mejor de los criterios y lejos del ADN Barça que está en franca decadencia, el preparador indálico ha optado por comenzar el edificio del Almería en Primera División por los cimientos. Unos cimientos en el caso de los conjuntos modestos equivalen a dotar al equipo de una solidez defensiva máxima.

Aplicado en este proyecto de solidez Rubi ha tomado la sabia decisión de afrontar sus partidos con tres centrales, como además tiene cuatro de primer nivel, el resultado ha sido que el Almería ha sido capaz de levantar un muro delante de Fernando sobre el que se están estrellando los atacantes rivales, aunque estos sean de primer nivel mundial como los del Real Madrid.

El lunes le tocó al Elche desesperarse ante la majestuosa presencia de nuestra defensa. El resultado fue que haciendo un sólo gol el Almería regresó de Elche con un punto de oro ante un rival directo en la lucha por la permanencia en  la élite.