Jornada 41 en Segunda División con multitud de frentes abiertos. Hoy puede ascender el Huesca; pero también la UD Almería y el Zaragoza tienen posibilidades de recuperar la segunda plaza. Emoción máxima. Centrados en lo que respecta al conjunto de Mario Silva, la visita a la SD Ponferradina (21:00 horas), es vital para seguir vivos. Con 63 puntos, uno menos que el Huesca, ganar mantendría las posibilidades de subir en la última jornada e incluso poder depender de sí mismo. Para ello, su rival más directo tiene que empatar o perder en El Alcoraz con el Numancia. Pero los cálculos no empiezan en tierras oscenses, sino en El Toralín. El Almería visita a una Ponferradina que se ha metido en problemas al encadenar cinco derrotas, pasando de soñar con el Play Off a encontrarse en serios apuros en los dos últimos choques para salvar la categoría de plata. Dos rachas opuestas que se enfrentan.

Presión

Huesca-Numancia, Ponferradina-Almería, Albacete-Zaragoza y Girona-Cádiz. Son los cuatro partidos de los que estarán muy pendientes los rojiblancos. Una Liga de dos jornadas de la que espera salir vencedor el Almería. Sin embargo, desde la vuelta del fútbol no ha sido capaz de encadenar dos triunfos. Nunca es tarde. Ganar en El Toralín supondría mantener intactas las opciones de subir el próximo lunes ante el Málaga. Las piernas ya no dan más y es ahora cuando la mentalidad cobra un mayor protagonismo. Después de una campaña con cuatro entrenadores, cambio de propiedad y movimientos importantes en invierno, el objetivo de Turki Al-Sheikh se puede cumplir a pesar de que los números no son del todo positivos, con 13 puntos de 21.

Mario Silva podría dar de nuevo entrada en el once titular a Iván Balliu, que se perdió los dos últimos encuentros por sanción. Sivera por Fernando en portería. En el resto no se esperan muchas variantes por el rendimiento que ofreció el grupo en la primera mitad contra el Rayo. Fue el conjunto vallecano el que permitió brillar a las estrellas rojiblancas, así como también mostrar sus debilidades. Todo en noventa minutos.

El rival

La Ponferradina ha mostrado un fútbol alegre durante toda la temporada, pero le han fallado las fuerzas después del parón, ya que solo ha sumado siete puntos de veintiuno y se han metido en la pelea por la permanencia. Con dos puntos de margen, los hombres de Bolo llevan cuatro jornadas sin marcar y cinco sin sumar. En la primera vuelta asaltaron el Mediterráneo en el último partido de 2019 (2-3). Pendientes de una jornada en la que el Almería puede dar un paso de gigante, o también decidirse el ascenso. Bendita locura.