El Lugo se tomó un descanso en la última semana de entrenamientos de la temporada y se marchó a la Mariña para disfrutar del buen clima de la costa y de paso visitar algunos Colegios. Es la relajación que se puede permitir el equipo de Francisco Rodríguez ante el último partido de Liga. Con los deberes completamente hechos, salvados de cualquier peligro y habiendo soñado con el Play Off, el único incentivo que pueden tener los gallegos es superar el récord histórico de puntos en la categoría de plata, que está en 56 puntos. Actualmente suman 54 y para batirlo deben ganar al Almería.

En el club lucense se ha empezado a preparar el siguiente curso con la duda de la continuidad del director deportivo, así como del propio Francisco, que podría cambiar de aires pese a tener contrato en vigor. El almeriense hizo soñar a una entidad modesta con el ascenso, llegando a ser líder en varias jornadas, pero en la segunda vuelta no han podido mantener el ritmo de puntos y han caído a la zona media.

El Almería

Poco se está hablando del rival, entre otras cosas porque la guerra no va con el Lugo. El morbo de la última jornada es ver a Francisco midiéndose al club de su vida. Al final de los noventa minutos mirará de reojo la alegría de la permanencia o las lágrimas del descenso. De todas formas, queda muy claro que él ni desciende al Almería ni tampoco lo mantiene. En una competición de 42 jornadas acaban perdiendo la categoría quienes lo merecen, los menos regulares. Curiosamente, en el Anxo Carro debutó Fran Fernández como entrenador en Segunda División, y este mismo sábado puede lograr lo que sería un milagro a tenor de la difícil situación clasificatoria.

De la tierra

Son profesionales y cada uno se debe a su club, pero los entrenadores van a vivir un partido con sensaciones extrañas. Ambos con de la tierra y saben lo que supone un descenso a Segunda B, un pozo del que no todos logran salir. Durante la semana se ha hecho hincapié en las dinámicas. Aunque el Lugo quiere ganar y despedir la campaña con una alegría, no se juega más que el Almería, y en ello inciden en el vestuario. Francisco se permite el lujo de llevarse a la plantilla a la costa y disfrutar de los colegios, mientras que a Fran no le queda otra que tocar el último botón de la temporada. No hacer la tarea en su debido momento te lleva a sufrir hasta el último minuto. El Almería no depende de sí mismo, pero confía en sumar los tres puntos en Lugo y esperar el tropiezo de algún rival directo. Solo así la ciudad podrá seguir disfrutando de fútbol en la categoría de plata.