Van 16 derrotas en 33 jornadas de competición y los hemos visto de todos los colores: a los árbitros. Decir que el Sporting ganó en Almería con ayuda arbitral sería injusto por mucho que el árbitro les perdonara dos penaltis y luego regalara uno como tomadura de pelo para profesionales y afición.

El Almería de Lucas Alcaraz defiende a veces como mi tía Encarna y los rivales se lo conocen de memoria y esperan sus errores para derrotarles sin compasión. No marcó ningún gol el colegiado del encuentro: falló el Almería. Errores colectivos primero e individuales después: así es muy difícil ganar.

Eso que Lucas Alcaraz denomina “dominar las áreas” es justo lo que no hace el Almería y no me vale que diga el entrenador que ante Rayo, Valladolid o Reus se pudo ganar. Eso es un consuelo de tontos .

Hay que estar preocupados porque el Almería de Lucas calca los números del Almería de Ramis.

Estamos en caída libre y siempre lamentando tanto regalo al rival.