Los atletas almerienses de la posguerra destacaban en una población llena de enclenques

Los letreros mantienen vivos a negocios que ya no existen

Era costumbre encender unas mariposas con aceite para recordar a los ausentes

El ‘vinagre’ era aquel tipo que se pasaba las horas bebiendo vino en las bodeguillas

Los dueños acabaron presos y ejecutados en Turón y la fábrica, en manos del Control Obrero.

Presumíamos de playas cuando en la ciudad las teníamos ocupadas por los cargaderos de mineral

Lo regentó Luisa Ramírez hasta que en los años 50 se lo expropió el Ayuntamiento

La calle era el gran escenario donde transcurría la vida cotidiana de los almerienses

Era una barriada de 30 casas al norte del Camino de Ronda frente a la Carretera de Granada

Subir al terrao a echarle de comer a las gallinas era un entretenimiento para los niños