“La enfermería familiar es clave para la sostenibilidad del sistema de salud”
María Dolores Ruiz, presidenta de la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria, reflexiona en el día mundial de esta profesión

María Dolores Ruiz Fernández-Presidenta de ASANEC
La almeriense María Dolores Ruiz Fernández, natural de Cantoria, es la presidenta de la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria (ASANEC), cuya profesión celebra hoy su día mundial. Profesora de la Universidad de Almería, reconocida internacionalmente por sus investigaciones, destaca el papel clave de la enfermería familiar en la Atención Primaría y para la sostenibilidad del sistema de salud.
Explíquenos para empezar qué es ASANEC.
ASANEC es la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria, una sociedad científica que agrupa a enfermeras y enfermeros de toda Andalucía que desde hace casi tres décadas (1997) trabaja para impulsar la calidad asistencial, desarrollar evidencia científica, para promover la especialidad, y representar a los profesionales de enfermería del ámbito comunitario. Actualmente contamos con más de 800 socios en toda Andalucía y somos un espacio de apoyo, formación y colaboración entre profesionales de todas las provincias andaluzas.
En este Día de la Enfermería Comunitaria y Familiar, ¿qué mensaje le gustaría trasladar a profesionales, autoridades sanitarias y a la ciudadanía?
A los profesionales, mi agradecimiento por su compromiso constante y silencioso con el bienestar de las personas. A las autoridades, la petición de que apuesten de forma decidida por una Atención Primaria fuerte, donde la enfermería familiar y comunitaria ocupe el lugar estratégico que merece. Y a la ciudadanía, el mensaje de que su enfermera de familia y comunitaria está ahí, acompañando, cuidando y educando para una vida más saludable. La salud de una sociedad se construye en la comunidad, día a día, y la enfermería de familia y comunitaria es un pilar esencial para ello.
¿Qué lugar ocupa hoy la enfermería comunitaria dentro del sistema sanitario andaluz?
La enfermería familiar y comunitaria desempeña un papel fundamental dentro del sistema sanitario andaluz, especialmente en el primer nivel de atención. Somos la base del sistema sanitario, profesionales accesibles y referentes en el cuidado de las personas a lo largo de la vida, las familias y la comunidad. Sin embargo, todavía existe margen para reforzar nuestro papel en la toma de decisiones estratégicas, en la gestión de recursos y en el reconocimiento real de nuestra aportación, especialmente, en el reconocimiento de nuestra especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria.
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¿Cuáles son los principales desafíos de la Enfermería Familiar en Andalucía?
Necesitamos plantillas suficientes de enfermeras especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria para dedicar el tiempo que requiere el trabajo comunitario, nuestros ratios son los peores dentro del Estado Español, necesitamos mayor dotación de recursos en investigación y una gestión que priorice la prevención y la promoción por encima de la atención reactiva. También es fundamental que las enfermeras de Familia y Comunitaria tengan presencia en la toma de decisiones y en los espacios de planificación sanitaria.
La atención primaria atraviesa un momento clave. ¿Cómo puede la enfermería familiar contribuir a su fortalecimiento?
La enfermera familiar y comunitaria es esencial para la transformación de la Atención Primaria. Nuestros cuidados permiten evitar ingresos, reducir complicaciones, mejorar el control de enfermedades crónicas y promover estilos de vida saludables. La enfermera de familia y comunitaria es la profesional mejor situada para detectar necesidades emergentes en la comunidad, coordinar recursos, trabajar con otros niveles asistenciales y promover la participación ciudadana. Su papel es estratégico en la reducción de desigualdades sociales en salud, ya que combina la atención clínica con la intervención comunitaria y la comprensión del contexto socioeconómico de las personas. Su capacidad para detectar factores de vulnerabilidad y coordinar recursos permite disminuir brechas que otros niveles asistenciales no alcanzan. Si se fortalecen nuestras funciones se refuerza todo el primer nivel asistencial, lo que impacta directamente en la sostenibilidad del sistema. Somo un pilar clave en salud.
¿Qué papel ha demostrado tener la enfermería comunitaria en la prevención, promoción de la salud y educación sanitaria en la población?
La evidencia es clara: la enfermera de familia y comunitaria es uno de los agentes más eficaces en la prevención y promoción de la salud. Programas como los de vacunación, cribados, control del paciente crónico, visitas domiciliarias, escuelas de pacientes, han demostrado disminuir complicaciones, aumentar la calidad de vida y reducir gasto sanitario. En Andalucía, por ejemplo, las enfermeras de familia y comunitaria realizan intervenciones de educación para la salud en los centros sanitarios. Participan de forma activa con asociaciones, organizaciones y entidades locales fomentando y promoviendo estilos de vida y entornos saludables, es decir, generando salud.
¿Se reconoce suficientemente la labor de la enfermería comunitaria por parte de los ciudadanos y de las administraciones?
Los ciudadanos valoran de forma creciente nuestro trabajo, pero aún queda camino por recorrer en términos de visibilidad y reconocimiento institucional. Las administraciones deben situar la enfermería familiar y comunitaria en los espacios de toma de decisiones, garantizar ratios adecuada de profesionales y consolidar la especialidad en todos los centros. Aún hoy muchas de nuestras funciones no se reflejan suficientemente en indicadores, planificación ni estructuras de gestión.
En el contexto actual de envejecimiento, cronicidad y soledad no deseada, ¿qué respuestas puede aportar la enfermería familiar?
La enfermería familiar y comunitaria es la profesión sanitaria más cercana al domicilio y al entorno real de las personas, promueven continuamente la atención y cercanía con los usuarios, prestando especial labor con los colectivos más vulnerables como mayores, dependientes, cuidadoras, polimedicados, pluripatológicos, y pacientes crónicos.
Podemos detectar situaciones de fragilidad, vulnerabilidad, deterioro funcional, malnutrición, aislamiento social y problemas afectivos antes de que se conviertan en un problema de salud grave. Nuestra intervención permite anticiparnos, coordinar recursos y ofrecer acompañamiento, educación y seguimiento continuado. En Andalucía, donde más del 20% de la población tiene más de 65 años, este enfoque es clave para garantizar una atención sostenible y humana.
¿Qué importancia tiene la formación especializada y continuada para garantizar una atención familiar de calidad?
La especialización es fundamental. La especialidad vía EIR aporta una formación rigurosa, basada en competencias y adaptada a la complejidad del entorno comunitario. Pero no basta con formarse una vez: la actualización permanente y la investigación son imprescindibles. Precisamos de cuidados basados en la mejor evidencia disponible. ASANEC trabaja activamente en este campo ofreciendo formación, investigación y espacios para compartir buenas prácticas, porque una enfermería familiar y comunitaria que basa sus cuidados en la evidencia científica se traduce en mejores resultados en salud para la comunidad.