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Salud

Los almerienses que dicen sí a salvar vidas con su médula ósea

El Día Mundial del Donante de Médula Ósea pone en valor la generosidad de quienes han decidido estar ahí si alguien los necesita

Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Almería

Centro de Transfusión, Tejidos y Células de AlmeríaConsejería de Salud y Consumo

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No llegó a ver su rostro. Supo poco sobre él y, quizá, nunca lo llegue a saber. Aun así, un almeriense de 35 años —cuya identidad protege este periódico— decidió alzar la mano y decir, como cuenta en una charla con LA VOZ: “Si algún día alguien me necesita, aquí estoy”. Se hizo donante de médula ósea después de leer la historia de un niño de la provincia, Alejandro, que buscaba desesperadamente un trasplante. Lo hizo sin testigos, sin aplausos, sin promesas de gloria. Solo cinco minutos, un gesto mínimo y la esperanza sembrada en silencio en algún lugar del mundo.

“Solo pensar que algún día podría salvar la vida de alguien me pareció suficiente”, confiesa. Todavía no lo han llamado, pero si suena el teléfono, correrá. Como él, más de 1.500 personas en Almería decidieron el año pasado sumarse a la lista de donantes de médula ósea, dispuestas a ofrecer vida sin saber si alguna vez serán llamadas. “Sin donantes, hay personas que se quedan en el camino”, recalca María Luisa Alcaraz, madre de Alejandro.

Y esta frase resume el espíritu del Día Mundial del Donante de Médula Ósea, celebrado cada tercer sábado de septiembre. Por ello, el objetivo es adentrarse en las historias de quienes un día tomaron esa decisión callada, sin esperar recompensas. Se movieron por la certeza de que, en algún rincón del mundo, alguien podría necesitarlos y de que su gesto, llegado el momento, podría ser la línea que separe la vida de la muerte.

Almería, líder en donación

En 2024, Almería registró 1.514 nuevas incorporaciones al registro de donantes de médula ósea, el mayor aumento de toda Andalucía, donde el crecimiento medio ha sido del 74%. Es una cifra que refleja un impulso colectivo: personas que se informan, acuden al centro y deciden dar el paso. Personas que entienden que la médula ósea es el tejido donde se forman las células de la sangre y del sistema inmunitario, y que un trasplante puede ser la única oportunidad de sobrevivir.

Ese compromiso se refleja en toda la comunidad. La consejera de Salud de la Junta, Rocío Hernández, lo recordó en enero: Andalucía lidera el número de donantes de médula ósea en España, con más de 118.000 inscritos. Desde que en 2012 se puso en marcha el Plan Nacional de Médula Ósea, las donaciones se han multiplicado por cuatro —un aumento del 340%—. Y tras esos datos hay algo más que estadísticas: hay jóvenes que se suman, familias que acuden juntas a donar y una provincia que responde con determinación cuando se trata de salvar vidas.

Un donante de médula ósea en pleno proceso de donación en Andalucía

Un donante de médula ósea en pleno proceso de donación en AndalucíaEuropa Press

Gente corriente con gestos enormes 

Salvar una vida no empieza con una llamada urgente, sino con una decisión tranquila. El hematólogo Aref Laarej, director del Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Almería, lo afirma sin rodeos: “Tenemos más de 40 millones de donantes en el mundo, pero a veces no basta. No esperemos a ver en redes el caso de un niño o una madre que nos remueva por dentro. Si todos lo dejamos para ese momento, no llegamos a tiempo”. Su mensaje es claro: hay que decidirse ahora, no cuando el reloj ya corre en contra.

La respuesta está llegando sobre todo de los más jóvenes. La media de edad de los donantes andaluces es de 33 años, según la Junta, y casi la mitad tiene menos de 40. Sin embargo, solo el 36% son hombres, aunque siete de cada diez donaciones efectivas las realizan varones. Pese a que la edad es esencial en lo que respecta a ser donante, lo más necesario es estar dispuesto

Porque, a veces, eso es lo que cambia todo. Milagros Gracia Escudero, responsable de donación de médula en el mencionado centro, lo sabe bien. Hace casi una década, cuando buscaban un donante para un paciente, ella resultó ser compatible. Donó. Salvó una vida. Hoy sigue coordinando cada proceso con la misma serenidad con la que un día decidió tender su propia mano. 

Donación de médula ósea.

Donación de médula ósea.Europa Press

Almerienses donantes y familias agradecidas 

Detrás de cada cifra hay una historia. Las nuevas incorporaciones que ha sumado Almería en el último año no son solo números: son personas que un día se detuvieron, lo pensaron y dijeron “sí”. LA VOZ ha hablado con algunas de ellas, que cuentan cómo se vive esa decisión que quizá nunca llegue a materializarse, pero que lo cambia todo solo por existir.

Una joven de Almería lo explica con los ojos brillantes: “Soy donante y no habría nada que me hiciera ser más feliz. Hacedlo: es un simple análisis que no duele y, a cambio, podríamos salvar vidas”. Otro lo resume con serenidad, como quien ha guardado un secreto bonito durante años: “Durante 30 años estuve en el registro. No me llamaron nunca, pero saber que estaba ahí por si alguien me necesitaba ya era suficiente”. Y una tercera voz, firme y decidida, recuerda por qué se apuntó: “No sabes si te llamarán, pero saber que puedes estar en el momento justo para alguien… vale todo”.

También lo sabe María Luisa Alcaraz, madre del pequeño Alejandro. Para ella, la figura del donante es “una esperanza, una oportunidad de vida”. “Sin donantes, hay personas que se quedan en el camino. No es peligroso, solo un poco de sangre que el cuerpo regenera, y a cambio puedes devolver a alguien a su familia, a su día a día”, explica. Habla con gratitud infinita de quienes se apuntan sin saber si serán llamados: “Son personas empáticas y solidarias, capaces de ofrecer tiempo y vida. Eso es lo que nos hace humanos”. Por eso, continúa una campaña en la plataforma Osoigo para recoger firmas y pedir en el Congreso más información y concienciación sobre la donación de médula ósea.

Campaña de María Luisa Alcaraz

Campaña de María Luisa AlcarazFotografía cedida a LA VOZ

Cómo ser donante 

Convertirse en donante de médula ósea no requiere grandes gestas, solo decidirse. El hematólogo Laarej recuerda que basta con cumplir tres requisitos sencillos: tener entre 18 y 40 años para entrar en la lista, pesar más de 50 kilos y gozar de buena salud. Con eso, el siguiente paso es acercarse al Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Almería (Paraje Torrecárdenas, s/n) y pedir información. Tras una pequeña extracción de sangre, tus datos entran en el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), una base mundial con más de 40 millones de posibles donantes esperando ser compatibles con alguien.

Si algún día resulta que eres esa persona, recibirás una llamada. En el 90% de los casos, la donación se realiza mediante aféresis, desde una vena, como una donación de sangre, y dura entre tres y cuatro horas. Solo un 10% requiere quirófano. El proceso termina en un día, pero el gesto puede durar toda una vida: la de quien la recibe.

Pruebas para la donación de médula.

Pruebas para la donación de médula.Archivo LA VOZ

Decidir antes de que alguien lo necesite

“La figura del donante es esencial. Nosotros solo somos el vehículo, sin ellos no existiríamos”, recuerda Laarej. Porque, al final, hacerse donante de médula ósea es eso: decidir salvar una vida que aún no conoces. No hay focos. No hay aplausos. Solo una decisión tomada en silencio que algún día podría disipar el miedo de otra persona.

Ser donante no es esperar una llamada: es adelantarse a ella. Es inscribir tu nombre en un lugar donde casi nadie lo verá, pero donde podría marcar la diferencia cuando todo parece perdido. Y si esa llamada llega, si un día suena el teléfono y una voz dice que eres compatible, sabrás que toda la espera, toda la incertidumbre y todo ese tiempo valían para esto: para darle a alguien la oportunidad de quedarse.

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