En los últimos años, la amenaza del virus del Nilo Occidental ha ido ganando protagonismo en Andalucía y otras regiones de España, especialmente durante los meses más cálidos. Aunque se trata de una enfermedad emergente, las autoridades sanitarias han reforzado los protocolos de vigilancia y control, y los farmacéuticos han asumido un papel fundamental en la prevención y la información a la ciudadanía.

En este sentido, el nivel de riesgo más alto de la provincia se centra en los barrios de El Alquián y Retamar-El Toyo de Almería, que se mantienen en alerta tras la detección de mosquitos portadores del Virus del Nilo el pasado 11 de junio.

María Isabel Montes, farmacéutica y agente de salud pública en el Distrito Poniente de Almería, explica que el virus del Nilo Occidental es una enfermedad vírica transmitida por el mosquito común, del género Culex. “El mosquito está con nosotros siempre, pero está más activo sobre todo en los meses más calurosos”, señala. Aunque la presencia del virus en España se detecta desde 2010, Montes recuerda que sigue considerándose una enfermedad emergente, de declaración obligatoria y urgente.

El ciclo del virus está estrechamente ligado a las aves migratorias, que actúan como reservorio natural. Montes explica que “si estas aves están infectadas, cuando llegan aquí a zonas húmedas donde hay mosquitos, el mosquito les pica y se infecta del virus”. A partir de ahí, el ciclo se mantiene entre mosquito y ave, pero si un mosquito infectado pica a una persona, puede transmitirle el virus. Sin embargo, la farmacéutica aclara que “la persona no es el hospedador natural, es un hospedador accidental”, lo que limita la propagación directa entre humanos.

Es "asintomático"

Uno de los aspectos más relevantes del virus del Nilo Occidental es la baja incidencia de síntomas graves. Montes subraya que “en un 80% de casos, a ti te va a picar el mosquito y no te vas a enterar, porque es asintomático totalmente”. El 20% restante puede experimentar síntomas similares a una gripe leve, con dolor de cabeza y malestar general, que suelen remitir en unos cinco días. Solo en un porcentaje muy pequeño el virus afecta al sistema neurológico, sobre todo en personas mayores de 70 años o con el sistema inmunitario debilitado. 

Actualmente, no existe tratamiento específico ni vacuna para humanos, por lo que la prevención es la principal herramienta para combatir la propagación del virus. “Lo más importante es la prevención. La educación a la población. Porque al final somos cada uno de nosotros, conociendo al enemigo, los que tenemos que combatirlo de alguna manera. Y siempre sin miedo, por supuesto”, afirma Montes, convencida de que la información es la mejor aliada frente al miedo.

"A lo mejor nosotros somos los que les estamos suministrando su medio de vida"

El control del mosquito vector es el eje central de la prevención. Montes recalca la importancia de evitar la acumulación de agua en el entorno doméstico, ya que los mosquitos necesitan agua para reproducirse. “En la mayoría de los casos, los mosquitos no vienen de muy lejos. A lo mejor nosotros somos los que les estamos suministrando su medio de vida”, advierte. Detalla que basta un pequeño charco en un juguete, una piscina mal mantenida o el agua estancada en una fuente ornamental para que los mosquitos encuentren un lugar donde depositar sus huevos. 

Por ello, recomienda vaciar los platos de las macetas al menos una vez a la semana y mantener en buen estado piscinas, fuentes y cualquier recipiente que pueda acumular agua, independientemente de que sea limpia o sucia.

Además de eliminar criaderos, Montes aconseja proteger puertas y ventanas con mosquiteras y utilizar ropa adecuada, especialmente al amanecer y al atardecer, cuando los mosquitos están más activos. El uso de repelentes también es fundamental, pero la farmacéutica insiste en la importancia de elegir productos adecuados y registrados para uso doméstico. “El farmacéutico de oficina de farmacia tiene una labor muy importante porque son quienes te van a suministrar el repelente más adecuado en función del grupo de riesgo que seas, la edad que tengas… Te van a aconsejar sobre cómo utilizarlo correctamente”, explica.

El papel del farmacéutico, según Montes, es doble. Por un lado, el profesional de la oficina de farmacia es “el sanitario de proximidad, el elemento clave a la hora de asesorar en medidas de protección para la población y en el uso adecuado de los repelentes”. Por otro, los farmacéuticos de salud pública participan activamente en la vigilancia y el control de vectores, colaborando con los ayuntamientos en la verificación y asesoramiento de los planes municipales de control de mosquitos. “Todos los municipios ya tienen implantado su plan de lucha contra el vector. Nosotros evaluamos esos planes y asesoramos, además de hacer verificaciones presenciales”, detalla.

Las farmacias de Almería, preparadas

La colaboración entre farmacias y la Consejería de Salud se ha intensificado en los últimos años. Montes destaca que “las farmacias disponen de información actualizada sobre los posibles cambios de los niveles de riesgo en los distintos municipios o zonas, y sobre medidas preventivas y uso de repelentes”. De hecho, las 327 farmacias existentes en la provincia de Almería han recibido carteles de la campaña, así como información y formación relativa al virus.

En la provincia de Almería, todos los municipios cuentan con planes de lucha contra el mosquito vector, cuya intensidad varía según el nivel de riesgo. La administración local, la sanitaria y la de medio ambiente trabajan de manera coordinada para mantener la vigilancia y prevenir la aparición de casos en humanos. Montes insiste en que no es necesario alarmarse, pero sí estar informados y adoptar las medidas preventivas recomendadas: “La gente tiene que saber que el virus está circulando, que estamos en una época del año en la que el mosquito eclosiona y que tenemos muchas medidas preventivas a nuestro alcance para evitar problemas”.