El virus del Nilo ya está en la provincia de Almería. Tal y como ha adelantado LA VOZ, hace escasas horas se ha detectado la presencia de mosquitos infectados con este virus en la capital almeriense, en concreto, en una trampa de la Junta de Andalucía situada entre los barrios capitalinos de El Toyoy de El Alquián.

La preocupación ha saltado en territorio almeriense tras confirmarse la detección de mosquitos portadores del virus del Nilo Occidental en estas dos zonas urbanas del municipio, a lo que se suma ahora que la Consejería de Salud ha declarado estas áreas como “zonas en alerta” con el nivel de riesgo más alto del protocolo autonómico, lo que implica una batería inmediata de medidas para contener la posible propagación del virus.

Los pueblos de Almería en riesgo

Se trata de la primera vez que se activa este nivel en la provincia almeriense, y marca un antes y un después en la vigilancia entomológica en la provincia. De este modo, el hallazgo ha obligado a intensificar las labores de fumigación, control de criaderos de mosquitos y campañas de información ciudadana en los barrios afectados.

Pero la alerta no se queda solo en la capital. Así lo demuestra un análisis entomológico reciente en el que la Junta de Andalucía ha identificado otros municipios que comparten condiciones favorables para la proliferación del mosquito vector, como son encontrarse en zonas húmedas, presentar temperaturas elevadas y la presencia cercana de fauna silvestre, y que han sido calificados como de riesgo medio en un mapa elaborado por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta.

En el Levante y entre invernaderos

Así las cosas, además de la capital almeriense, que se encuentra en riesgo alto tras el reciente hallazgo de mosquitos infectados con el virus del Nilo, también presentan riesgo, aunque medio, las localidades de Pulpí, Cuevas del Almanzora, Vera, Garrucha, Mojácar, Los Gallardos, Carboneras, Roquetas de Mar y La Mojonera.

Cabe destacar que todos ellos comparten un patrón geográfico claro: se concentran en el eje litoral oriental de la provincia, lo que coincide con los movimientos migratorios de aves silvestres, que son el principales reservorio del virus, y con áreas de actividad agrícola e invernaderos, donde suele haber abundante agua acumulada.