Hace ya cerca de 30 años cuando Jesús Español llamó a las puertas de Antonio Martínez, un comerciante albojense de gran corazón, para pedir dinero para construir un comedor infantil en Occopata, Perú. El almeriense no fue capaz de negarse y aceptó la propuesta sin saber que justo en ese momento estaba a punto de crear algo mucho más grande.

“Así es como nació la Fundación Almería Solidaria, casi sin querer. Primero, primero construimos el comedor infantil y en el año 2000 ya teníamos nuestra propia sede en Perú”, cuenta Antonio Martínez.

Al mando de la Fundación en Perú se encuentra Óscar Villalobos, siendo los ojos del almeriense en el terreno donde desarrollan diversos proyectos que ayudan a las comunidades rurales de Cuzco. De hecho, el más reciente se puso en marcha hace tan solo un año, de la mano de la ONG malagueña Admundi, dirigida por José Lújar, íntimo amigo y colaborador desde hace 20 años del almeriense.

Atención Temprana a gran altura

Se trata de un proyecto que brinda servicio de Atención Temprana en las zonas más rurales, de difícil acceso, y que se encuentran en su mayoría a más de 3.500 metros de altura.

“Seis meses antes empezamos a acondicionar el ambiente. Contamos con un equipo donde hay un logopeda, un fisioterapeuta, un psicólogo, un pediatra, neonatólogo, y nutricionista, que soy yo. Los primeros se encargan de llevar a cabo las sesiones requeridas con los niños que lo necesitan, y nosotros realizamos el diagnóstico para determinar las necesidades de los menores”, cuenta Óscar Villalobos.

De promedio, este equipo ha atendido cerca de 50 niños cada mes. Además, pese a que el proyecto estuviese focalizado a niños y niñas de 0 a 5 años, han realizado campañas en colegios de Infantil y Primaria, atendiendo también a aquellos menores que se encontraran fuera del segmento de edad estipulado. “Además, se ha corrido mucho la voz de lo que estamos haciendo aquí, por eso aunque nuestra zona de actuación sea la provincia de Anta, han venido familias de toda la región para que tratemos a sus hijos. Si tuviésemos más personal, podríamos abarcar a una población mayor”, observa el de la sede.

La labor de la Fundación Almería Solidaria, aunque esta ahora sea una entidad pequeñita, ha trascendido fronteras y ha alcanzado alturas inimaginables.

Anemia y desnutrición

“Hay muchas comunidades que están abandonadas”, resalta Martínez, quien ha puesto su corazón durante 30 años en el cuidado de estas poblaciones. Además, este es un hecho que se ve reflejado sobre un terreno donde la anemia y la desnutrición, son la principal problemática según el nutricionista Villalobos.

Un comedor y un Centro de Atención Temprana no son la única huella que ha dejado la Fundación Almería Solidaria en Perú. Durante 30 años, Antonio Martínez ha llevado a cabo distintos proyectos para mejorar la calidad de vida de la población de la región de Cuzco.

Más de 30 años brindando ayuda

Entre estas mejoras se encuentra la renovación de un hospital y su dotación de una sala de Rayos X, una escuela agraria que ha funcionado durante 15 años y por la que se pudieron construir invernaderos a más de 4.000 metros de altura, y también escuelas que siguen funcionando actualmente.

“Ahora hay menos gente en la Fundación, y cada vez es más complicado coseguir dinero, pero saldremos adelante como sea”, concluye Martínez.