David Rodríguez: "Japón se ha puesto de moda entre los almerienses"
Este programador y diseñador gráfico invierte su tiempo en llevar a personas a visitar el país del sol naciente

David Rodríguez y Antonio Hermosa.
He tenido que recorrer casi 15 mil kilómetros para poder ver a la persona que les voy a presentar. Se llama David Rodríguez López, es almeriense, y tiene 48 años. Es programador y diseñador gráfico, pero tiene una gran pasión: el país del sol naciente: Japón. En 2007 visitó este magnífico territorio y varios años después comenzó a organizar visitas para ciudadanos españoles, la mayoría almerienses. “Empecé viajando en el año 2007 a causa del cine. Desde 2005 estaba viendo muchas series y películas que estuvieses realizadas en Tokio. Comencé a buscar información, vuelos, y ese año fui a visitarlo con unos compañeros de trabajo. A partir de ahí todos los años iba al menos una vez". Luego comenzó a acudir a Japón por temas relacionados con la fotografía. “De hecho, gané un premio internacional y me hicieron una exposición aquí en Tokio, y cuatro fotos mías estuvieron expuestas de forma itinerante por una cadena de hoteles. También me motivó la cultura y la gastronomía japonesa”.
Lo que comenzó siendo un hobbie se convirtió en una profesión. “Primero hacía viajes con amigos. Les iba llevando a los sitios. En el año 2015 fue cuando empecé con la agencia, con un chico japonés y otros amigos, para traer a españoles a Japón. Ahora mismo, en la agencia que tengo, estamos José Vicente Rausell, que es de Valencia y yo. De hecho, en este momento, él está con otro grupo por la parte del Kioto y nosotros estamos aquí en Tokio”.
Con su empresa porjapon.com suele acudir a Japón en primavera, verano y otoño. Ya lleva más de 30 viajes organizados. “También organizamos viajes para gente que quiere venir por libre, le organizamos todo el itinerario entero, le buscamos vuelos. Existe un soporte por WhatsApp al que nos pueden escribir por si les pasa algo o, por ejemplo, un día que llueve, pues le decimos: ahora, en vez de ir a este sitio, vamos a cambiarlo, y te vas al otro. Así lo vamos organizando”.
Gran parte de su público es de su tierra natal. “Sobre todo gente de Almería, Valencia y Madrid. No solemos tener mucha presencia en Internet porque el boca a boca ha ido funcionando muy bien. De Almería son los clientes que más vienen. Me escriben y me preguntan: fue contigo fulanico, les digo que sí, y entonces me piden ir Japón. Al final, nos damos cuenta que tenemos todos los viajes llenos”.
Asegura que Japón se ha puesto de moda, pero ya está pensando en aumentar las rutas a otros países como China y Corea. “Se nos va a unir otro chico, que fue con el que empecé, y vamos a hacer también China y Corea para los próximos años”.
En sus viajes ofrece una imagen variada de este país. “Nosotros intentamos que se vea de todo, desde lo que sería el Japón más rural, hasta las ciudades. Buscamos abarcar todo”. Aunque, en ocasiones, sus clientes buscan otras vertientes relacionadas con las historietas o novelas gráficas japonesas como el manga o los programas de televisión o películas de animación: animne. Él se adapta a las necesidades de sus clientes. “Si es verdad que ha llegado gente más joven que viene buscando temas más de manga, de animne. Entonces eso sí es otro tipo de viaje. Pero, en general, lo que hacemos para la gente es una visión global de lo que sería el país”.
En el viaje, como es habitual, se incluye la visita de muchos templos budistas y sintoístas. “Venir a Japón es ver sus templos, respirar toda la paz que tienen. Muchos de esos templos ya no están porque fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial. Pero aún quedan muchos, hay una infinidad, sobre todo por la parte de Kioto. En Tokio, casi todo es reconstruido”.
Las zonas que se suelen visitar son las ciudades de Tokio, Kioto, Osaka y Nara. “Esas cuatro hay que hacerlas. Osaka quizá menos, es más bien unas pequeñas pinceladas, pero el resto es lo que todo el mundo quiere ver. Son las ciudades más importantes. El viaje lo adaptamos según la época del año, Por ejemplo, en otoño, si podemos, intentamos también ir por la parte de Hiroshima, o subir a los Alpes Japoneses. En verano hacemos más de costa, como el mar de Seto. Vamos cambiando un poco y siempre intentamos meter algo nuevo que no hayamos visto nosotros para seguir enganchándonos al país”.
David Rodríguez dice que lo seguirá haciendo hasta que el cuerpo aguante. No para de investigar para ofrecer alternativas. Ahora, ante la demanda, está introduciendo un itinerario gastronómico. “Mucha gente intenta ir a sitios para probar comida diferente. Antes sí era un público que venía para ver ciertos pueblos y ciertas zonas más rurales. Ahora mismo es más cosmopolita, más de ciudad, y la gente busca más la experiencia de comer en un mercado, por la calle. Lo han visto cuando eran más chicos en sus revistas gráficas de manga, porque esa juventud que se crió viendo mangas donde sus personajes comían en los parques, por las calles. Entonces quieren hacer eso que han visto”.
Recomienda que, como mínimo, se inviertan 14 días en el viaje. “Lo mínimo que recomendamos siempre son dos semanas para acostumbrarte al cambio horario. En 12 días también se podría. Hay gente que ha contratado 20 ó 25 días seguidos. También hay personas que vienen por libre, y por cuestiones de trabajo no pueden invertir más de una semana de su tiempo. Entonces hacemos un viaje más comprimido, le aconsejamos que visiten una sola zona, que la exploten bien y, más adelante, podrán venir a seguir explorando. Pero intentamos evitar que se lleven una impresión de un viaje rápido. En una semana, intentar ver Osaka, Kioto y Tokio es muy precipitado. Hay que pensar que van a perder mucho tiempo en viajar en tren. Por lo que es mejor centrarse en una sola cosa”.
Admite que los visitantes españoles se sorprenden de el modo de vida japonés. “Hay muchas costumbres de una cultura diferente, por lo que cuesta adaptarse. Mucha gente no asimila ciertas cosas como, por ejemplo, el silencio en los trenes y esa parte no la llevan bien los españoles”.
Pero David Rodríguez demuestra que es un hombre inquieto, que gracias a sus estudios de informática, también puede dedicar tiempo a otras facetas profesionales. “Desde el año 2001 me dedico al mundo de la programación. Hago interfaces digitales para empresas relacionadas con el mundo del agro, como Cajamar, Única Group... También trabajo muchísimo para el Hospital Universitario de Torrecárdenas”.
Y en los momentos que le deja su pasión por Japón lleva adelante trabajos informáticos. “Lo que solemos hacer más son aplicaciones progresivas que se pueden instalar para poder llevar el control de la empresa vía web”. Además, hace sus colaboraciones con empresas inmobiliarias. "Trabajamos también mucho a Zertum, que es del grupo Alvores, gestionando las casas de alquiler”. Y se ha embarcado en un nuevo proyecto sobre educación que saldrá al mercado en breve espacio de tiempo. “Estoy sacando un proyecto con dos compañeras de una carta educativa para que los niños llamada Eddy Cars”.