Hay quienes se amilanan frente a las complicaciones y quienes encuentran en ellas la motivación para superarse a sí mismos. Impulsado por los retos y seguro de sí mismo, el doctor Joaquín Fernández es una de esas personas que dedica su vida a una de las disciplinas más delicadas de la medicina: las intervenciones quirúrgicas oftalmológicas.

Director médico de Qvision en el Hospital Vithas Almería, su nombre se ha consolidado en la élite internacional de la cirugía de catarata, presbicia y refractiva. Su trayectoria investigadora, con más de un centenar de publicaciones científicas y un papel clave en sociedades europeas y americanas, lo ha convertido en referente indiscutible. Ahora, la prestigiosa revista británica The Ophthalmologist lo ha incluido en su Power List 2025, el listado de los 50 oftalmólogos más influyentes del mundo.

Enhorabuena por la distinción en la lista 2025 de The Ophthalmologist. ¿Qué significa para usted?

Es un reconocimiento internacional otorgado por colegas de profesión. Son 50 personas de todo el mundo que evalúan quién marca el futuro de la oftalmología. Valoran nuestro trabajo en la Sociedad Europea de Catarata y Refractiva y la clasificación mundial de lentes multifocales, que se ha convertido en un referente. Es un orgullo, porque es un trabajo hecho desde Almería para el mundo, un trabajo de hormiguita y en equipo.

¿Qué son exactamente las lentes multifocales?

Hasta ahora, las cataratas se operaban con lentes monofocales que permitían ver solo a distancia. Hoy existen lentes que permiten ver a todas las distancias y evitan el uso de gafas progresivas. Es un área con gran innovación tecnológica.

¿Cuál es el avance más revolucionario de los últimos años?

Que pacientes mayores de 50 años recuperen funcionalidad visual completa. Es como devolverles la visión juvenil: pueden leer, trabajar y vivir sin gafas. Pero requiere personalización extrema y gran pericia del cirujano.

¿Creen que algún día se podrá curar la ceguera total?

Lo que sí te puedo decir es que más que curar la ceguera total, cada año reducimos más las causas de esa ceguera prevenible; es decir, cada vez se queda menos gente ciega. También trabajamos en países en vías de desarrollo para reducir la ceguera evitable causada por cataratas. Recuperar la visión es clave para que las personas puedan ser independientes y salir de la pobreza.

La visión es un sentido esencial.

Sí. Sin visión se genera dependencia, especialmente en países en vías de desarrollo, y eso provoca desigualdad y una gran carga familiar. Recuperarla debería ser una prioridad global.

¿Qué partes del ojo se pueden trasplantar hoy?

La córnea es la que más éxito tiene. El reto sigue encontrándose en la retina y el nervio óptico. Las distrofias y degeneraciones todavía no tienen soluciones definitivas, pero se están logrando avances para ralentizar la pérdida de visión.

¿Cómo ayuda la inteligencia artificial en ese avance en la oftalmología?

Aumenta la precisión diagnóstica y reduce errores. La cirugía sigue dependiendo de la pericia de los profesionales humanos. Los robots aún no están listos para una operación tan minuciosa y complicada, pero sí es cierto que la IA mejora planificación y resultados.

¿Qué se siente cuando un paciente recupera la visión?

Es muy gratificante. Especialmente en países del tercer mundo, devolver la visión significa independencia y esperanza. La gratitud de los pacientes, aunque solo sea con una sonrisa o un apretón de manos, es invaluable.

¿Dónde habéis implementado estas operaciones solidarias?

En África y Centroamérica. En África, la pobreza y la inestabilidad dificultan la labor; en Centroamérica, la violencia histórica deja cataratas complejas. Devolver la visión allí devuelve también la esperanza.

¿Es esta esperanza lo que le motivó a dedicarse a la oftalmología?

En parte, sí. Siempre me atrajo la cirugía delicada y minuciosa. Referentes como Elena Barraquer me inspiraron a combinar la excelencia quirúrgica con la ayuda global. Liderar proyectos internacionales desde Almería es muy gratificante y cumple un propósito vital de ayuda a quien más lo necesita.

Comenta que el reconocimiento es en realidad grupal, ¿qué os motiva como equipo a seguir avanzando?

Ayudar a las personas y cuidar los detalles. Buscamos la perfección en cada cirugía. Esto nos da el reconocimiento de los pacientes y de la comunidad científica, y convierte nuestro trabajo diario en un verdadero propósito vital, nuestro ‘ikigai’ o propósito de vida.

Como secretario ejecutivo de la Sociedad Europea de Cirugía de Catarata y Refractiva (ESCRS), ¿cuáles son los retos globales de la oftalmología hoy?

La medicina basada en la evidencia; es un camino que decidí tomar desde hace tiempo. Todas las decisiones deben apoyarse en estudios científicos, no en marketing o intereses económicos y farmacéuticos. Este enfoque aporta valor y nos diferencia a nivel europeo.

Terminemos con la verdad en la mano: ¿cuál es el mito más frecuente sobre las operaciones de ojos?

Probablemente la percepción del riesgo. La cirugía bien realizada tiene menos riesgos que acciones cotidianas como usar lentes de contacto de manera irresponsable. Hay quien se ducha, duerme o baña en la piscina con lentillas y eso es mucho más peligroso que una operación. Muchos pacientes sobreestiman los riesgos quirúrgicos y, al final, una cirugía segura ofrece resultados más fiables que cualquier acción cotidiana sin precaución.