La vuelta a la rutina reabre el debate sobre la seguridad
Los expertos aconsejan revisar cerraduras y hábitos domésticos tras el inicio del curso escolar

La seguridad del hogar comienza por pequeños gestos cotidianos.
Septiembre trae de regreso los madrugones, las prisas y las rutinas familiares. Entre mochilas que se extravían y llaves que nunca aparecen, la seguridad del hogar suele quedar relegada a un segundo plano. Sin embargo, especialistas en cerrajería recuerdan que la vuelta al cole también empieza en la puerta de casa. Revisar cerraduras y hábitos básicos puede ser decisivo: de ello depende una rutina tranquila o un inicio de curso con sobresaltos.
Control de las llaves
Tras el verano es habitual haber dejado copias en manos de vecinos, familiares o técnicos. No siempre se recuerda quién las tiene, y ese descuido supone un riesgo. Los cerrajeros aconsejan cambiar el cilindro, una medida rápida y económica que ofrece mayor control. Desde la firma Ibérica Seguridad apuntan que es también una de las formas más eficaces de recuperar la tranquilidad.
El regreso a clases plantea otro reto: la independencia de los más pequeños. Muchos vuelven solos del colegio y cargan con llaves fáciles de perder u olvidar. En estos casos, las cerraduras electrónicas —con código o control remoto desde el móvil— son una solución útil. Especialistas de la compañía señalan que permiten a los padres comprobar cuándo entran los hijos en casa, ofreciendo garantías sin restar autonomía.
Prevención de fallos
Los primeros síntomas de desgaste no deben pasarse por alto. Una llave que gira con dificultad suele anticipar averías, y un mantenimiento periódico evita reparaciones urgentes. Técnicos de Ibérica Seguridad insisten en que actuar a tiempo es la mejor prevención.
También conviene observar la puerta como lo haría un intruso: una entrada antigua o mal iluminada transmite vulnerabilidad. Refuerzos sencillos, como escudos antitaladro o mirillas digitales, suman protección. Y un recordatorio básico: no llevar dirección ni nombre en el llavero.
La seguridad no exige grandes reformas, solo atención a los detalles. Preparar la casa para la rutina implica revisar lo esencial y anticiparse a los fallos. “La confianza diaria también se construye desde la puerta de casa”, concluyen en Ibérica Seguridad.