El Museo de Almería acogió este martes la conferencia ‘Los Millares en estudio: Resultados de la segunda campaña del Proyecto General de Investigación’, a cargo de los profesores Juan Antonio Cámara y Alberto Dorado, de la Universidad de Granada.

El acto sirvió para presentar los principales hallazgos y líneas de trabajo desarrolladas en el yacimiento de Los Millares, ubicado en Santa Fe de Mondújar, durante las dos primeras anualidades del actual proyecto arqueológico.

El Proyecto General de Investigación (PGI) 2023-2026, titulado ‘Los Millares, orígenes y justificación de la desigualdad social en el Sureste de la península ibérica’, está dirigido por el Grupo de Prehistoria Reciente de Andalucía (GEPRAN) y financiado por la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía con 60.000 euros anuales.

El delegado territorial de la Consejería, Juan José Alonso, destaca que este trabajo permitirá “presentar una imagen más completa de la vida de las poblaciones que habitaron Los Millares durante el III milenio a.C., centrándose en el conocimiento tanto de sus áreas residenciales como de sus espacios funerarios”.

Objetivos e investigaciones: nuevos datos sobre la organización del asentamiento

Uno de los principales objetivos del proyecto es analizar la organización espacial de las actividades productivas y su relación con la estructura social del asentamiento. 

Para ello, se ha empleado tecnología LiDAR (una técnica de teledetección que permite obtener una visión precisa de la superficie del terreno) y prospecciones geofísicas tanto en la necrópolis como en la zona D, donde podría encontrarse una gran cisterna.

Las excavaciones se han centrado especialmente en el gran edificio rectangular de la zona C, así como en la denominada ciudadela (zona D), una zona apenas explorada desde los años ochenta.

Los trabajos han permitido documentar la complejidad arquitectónica del edificio, confirmar la continuidad del sistema defensivo del poblado, registrar una destacada concentración de cerámica campaniforme y delimitar las dimensiones de una posible cisterna. También se ha constatado la existencia de tumbas no visibles en superficie.

En la segunda anualidad, se ha intervenido tanto en el poblado como en la necrópolis: en el primero, se ha completado la excavación del área sudoriental del gran edificio rectangular, con especial atención a las estructuras anejas.

También se ha trabajado en los sectores nororiental, suroccidental y noroccidental del edificio, ampliando la intervención al exterior para documentar otras posibles construcciones y accesos.

En paralelo, se ha iniciado la excavación del cuadrante noroeste de la depresión oval que podría corresponder a una cisterna, mediante sondeos mecánicos.

La Tumba de la Chilena y el trabajo en la necrópolis

En la necrópolis, uno de los elementos más destacados ha sido la reexcavación de la llamada ‘Tumba de la Chilena’, localizada previamente mediante georradar. 

Los trabajos han servido para evaluar su estado de conservación, verificar la existencia de posibles restos no exhumados y asegurar su preservación con vistas a futuras intervenciones o presentación al público.

A estas tareas de campo se han sumado estudios de laboratorio, entre ellos análisis estratigráficos, clasificación y seriación de materiales cerámicos y líticos, estudio de restos óseos humanos y envío de muestras para dataciones por radiocarbono, que contribuirán a precisar la cronología y las características de las distintas fases del yacimiento.