El rodaje de 'Sandokan', la ambiciosa producción que Rai1 estrenará el próximo 1 de diciembre, ha estado marcado por momentos de intensidad y riesgo que reflejan la magnitud del proyecto. Can Yaman, protagonista de la serie, lo confesó en una entrevista concedida a Tv Sorrisi e Canzoni: detrás de las escenas de acción que el público verá en pantalla se esconden episodios que rozaron la tragedia.

El actor turco relató que la nueva versión de Sandokan no busca replicar la mítica serie de 1976, sino ofrecer una propuesta completamente distinta, más cercana al lenguaje audiovisual contemporáneo y con un enfoque renovado en la épica y el realismo. “No pensábamos en la serie de 1976; no pretendíamos hacer una adaptación”, explicó Yaman, subrayando que el equipo creativo se propuso reinventar al legendario pirata malayo para las audiencias actuales.

Sin embargo, entre las anécdotas que compartió, hubo una que dejó entrever el peligro real que enfrentan los intérpretes cuando la ficción se mezcla con la adrenalina del set. Durante la grabación de una de las primeras secuencias de la serie, Yaman se encontraba en una canoa preparada para una explosión controlada. El efecto especial, diseñado para dar espectacularidad a la escena, terminó provocando un accidente inesperado: la embarcación estalló y el actor cayó al agua.

Lo que parecía un simple percance se convirtió en una situación límite. El traje que llevaba, confeccionado con telas pesadas para recrear la estética del personaje, se infló como una vela y lo envolvió por completo, impidiéndole moverse con libertad. “Me sentí atrapado, no sabía cómo liberarme”, confesó. La tensión del momento fue tal que, por unos instantes, Yaman pensó que no lograría salir a la superficie.

La rápida reacción del director, Jan, que estaba filmando bajo el agua, resultó decisiva. Al percatarse de la dificultad del actor, se lanzó inmediatamente a socorrerlo, logrando deshacer el efecto del traje y sacarlo a flote. “Por suerte, Jan se dio cuenta y corrió a ayudarme”, recordó Yaman, agradecido.

Este episodio, más allá del susto, refleja el compromiso del equipo con una producción que busca impactar al espectador con escenas de acción auténticas y vibrantes. Para Can Yaman, la experiencia fue un recordatorio de que la frontera entre la ficción y el peligro real puede ser muy delgada. Y, sin duda, añade un matiz de heroicidad a su interpretación de Sandokan, un personaje que, como él mismo, ha tenido que enfrentarse cara a cara con la muerte.