El próximo 9 de septiembre, justo después de cumplir 60 años, Charlie Sheen lanzará The Book of Sheen, unas memorias en las que promete desvelar episodios desconocidos (y muchas veces traumáticos) de su vida, removiendo viejos fantasmas de su historia y sincerándose como nunca antes lo había hecho. 

El actor, que durante años fue sinónimo de éxito televisivo, excesos y polémicas, narra experiencias inéditas, entre ellas la extorsión que sufrió para evitar que salieran a la luz sus encuentros sexuales con hombres.

Pagar para asegurarse el silencio

En una entrevista concedida a Michael Strahan en Good Morning America, el actor no tuvo reparos en relatar como afrontó esa complicada situación: "Fue mucha extorsión. En ese momento simplemente pensé: 'Está bien, vamos a pagar para mantenerlo en silencio, y solo espero a que quede atrás, que se vaya, ¿sabes? Hacer que desaparezca'".

Según desvela Sheen, en aquel momento "habían grabado cosas en vídeo o lo que sea, tenían cosas sobre mí". Esas imágenes fueron utilizadas para chantajearle y aunque cedió para que no saliesen a la luz, admite que se sentía como "un rehén" de sus parejas sexuales. 

El famoso actor quedó atrapado en una peligrosa dinámica: la gente le chantajeaba y él pagaba para evitar más escándalos.  "Ahora solo necesito liberarme de eso… y ver cómo se siente el mundo si la gente sabe esas cosas. Porque he escrito una historia todos estos años sobre: '¡Dios mío! Si alguna vez revelo eso, así es como me tratarán, así es como se sentirán...'"

Así comenzaron los encuentros con otros hombres

Sheen detalla que esos encuentros con hombres comenzaron mientras consumía crack: "Ahí empezó. Ahí nació, o se desató. Y en los momentos en que no consumía crack, intentaba lidiar con eso, asimilarlo: '¿De dónde salió eso? ¿Por qué pasó eso?' Y finalmente me preguntaba: '¿Y qué?'. Algunas cosas fueron raras. Muchas fueron muy divertidas, y la vida continúa".

A pesar de todo lo vivido, Charlie tiene claro que no piensa "huir de mi pasado ni dejar que me domine". En sus memorias también habla de su niñez como hijo de Martin Sheen y hermano de Emilio Estevez, un entorno cinematográfico que lo impulsó a triunfar temprano en Hollywood, pero también a caer en el torbellino de la fama y los excesos.

Hoy, que ha conseguido mantenerse limpio ocho años asegura que su vida es totalmente distinta. Permanece alejado de las drogas y el alcohol, se centra en su familia y sus hijos, y ha aprendido a convivir con lo que él denomina shame shivers, temblores de vergüenza ligados a su pasado. Además, recuerda que en 2015 confesó públicamente que era portador de VIH, tras años intentando ocultarlo: "Sé con certeza que nunca lo transmití".

¿Qué le hizo cambiar radicalmente de vida? Según el que ha sido uno de los actores mejor pagados (gracias a la serie Dos hombres y medio), simplemente un día, llegó al límite: "Literalmente, me estaba volviendo del revés. Mi cuerpo estaba empezando a rechazarlo. Era un desastre". Ese fue el punto de inflexión clave para poner fin a las adicciones y empezar una nueva etapa.