Lo que nació como un proyecto pionero en 2011 se ha consolidado este mes en el barrio de Las Colinas de Aguadulce, el primero de España que cuenta con la figura del Fiscal Vecinal. ¿Cuál es su labor? “El cargo supone que cualquier persona que viva en el barrio, sea o no asociado, puede impugnar a una junta directiva o a un presidente si desmuestra la existencia de irregularidades”.

Lo explica Juan Carlos Oyonarte, actual representante de los vecinos e impulsor de esta innovación. Su larga experiencia y formación en asociacionismo le llevó a sugerir a la asamblea de socios promotores del colectivo vecinal de Las Colinas la puesta en marcha de la figura del fiscal, inexistente hasta el momento en España.

“Se decidió que hubiera un periodo de prueba, de experiencia piloto, que ha durado dos años y medio; y hace unos días se ha incluido el régimen interno de funcionamiento del fiscal en los estatutos de la asociación, de forma oficial”, adelanta.

Sin minorías

Un régimen compuesto por cerca de 150 páginas donde se detalla su funcionamiento y por el que el fiscal podría actuar, a instancias de otro vecino o de oficio, en casos de tráfico de influencias, cuando no se cumpla un acuerdo, cuando haya un incumplimiento estatutario o se dé una tiranía de una minoría frente al beneficio de la mayoría.

Más allá del trabajo del fiscal, cuya eficacia fue comprobada durante el proceso de elecciones vecinoales el pasado año, la asociación busca constituir una nueva forma de participación. “Se trata de que el barrio entero sea dueño real de la asociación”, expresa Oyonarte, “nos rebelamos ante el prototipo de estructura organizativa de las asociaciones hasta ahora”.

“En la Asociación de Vecinos de Las Colinas nos hemos propuesto un reto: queremos reflejar el cambio que necesitan los colectivos vecinales y dejar claro que los asociados (siempre minoritarios al resto de vecinos) no pueden ser dueños de una asociación”. Por ello, el modelo se exportará fuera de Almería.