No muchos vinos a lo largo y ancho del mundo pueden presumir de haber madurado 'a la sombra' de un monumento natural único en el planeta. Es más, sólo una bodega podrá sacar pecho de haber obtenido uno de sus caldos junto a la Geoda Gigante más grande del mundo.

Se trata de la iniciativa impulsada por Bodega Palomillo de la mano del Ayuntamiento de Pulpí y que, tal y como ha confirmado el responsable de la bodega, Francisco García, comenzará a ser una realidad este mismo año. "Estamos trabajando ya en este proyecto y estamos más que ilusionados porque este año meteremos vinos de Bodega Palomillo junto a la Geoda", ha explicado durante una entrevista en la Cadena SER Levante.

De esta manera, los caldos que madurarán en el interior de la mina, junto a la sala conocida como 'la Catedral' debido a su impresionante altitud, se comercializarán posteriormente "como el vino de la Geoda", ha puntualizado el responsable de Bodega Palomillo. 

Ante este nuevo proyecto de la bodega con sede en el término municipal de Vélez-Rubio, los creadores de algunos de los caldos de Almería más premiados nacional e internacionalmente confían que el resultado sea único debido a las condiciones que rodearán a las botellas que se introducirán en este entorno monumental. "Creemos que la Mina Rica le va a aportar a nuestros vinos esa riqueza con la que se bautiza esa misma mina", ha subrayado en referencia a la mina donde se encuentra la Geoda Gigante de Pulpí.

"La ilusión y la expectación que tenemos con este proyecto es tremenda", ha reconocido Francisco García durante la misma entrevista realizada en San Juan de los Terreros, a escasos kilómetros del conocido monumento natural.

Impulsores de iniciativas únicas

La elaboración de vino que saldrá de la Mina Rica de Pulpí no será la única iniciativa que hace diferentes a los productos de Bodega Palomillo. Cabe recordar que desde hace años también impulsan la elaboración de su vino 'Resurrección'.

Se trata de un vino que, tras pasar dos años madurando en barrica de roble americano y francés, se entierra durante otros dos años a cuatro metros bajo tierra envuelto en hojas de periódico -además de paja y harina- que señalan la fecha en la que se ha introducido bajo tierra.

Una vez que transcurren esos dos años se produce la 'resurrección'. Se desentierran esas botellas en lo que es toda una celebración compartida por quienes colaboran en ese proceso de desenterramiento del que sale como resultado un exquisito gran reserva que es 100% almeriense.