Son las cuatro de la tarde y el termómetro del móvil marca 40 grados en la calle Principal de El Barranquete. La pedanía de Níjar, con poco más de 550 habitantes, ha despedido sus fiestas la noche anterior. Los puestos de churros y hamburguesas, la tómbola y los vinos de Los Maños, con sus vendimiadores animatrónicos, aún siguen ahí, silenciosos y resistiendo los latigazos del viento. Pero en unas horas, cuando caiga la noche y en las playas se celebre San Juan, volverán a levantar las persianas. Y la plaza, adornada con banderitas rojigualdas y verdiblancas, será de nuevo una verbena. En esta ocasión, gracias a la ilusión del cine.

El director y guionista almeriense Ian de la Rosa comenzó a rodar ‘Iván & Hadoum’, su debut en el largometraje, el 5 de junio y ahora, recreando las fiestas de Barranquete, atraviesa su ecuador. Las sensaciones del equipo son muy buenas, aunque destaca como principal “logro” el hecho de la película haya dejado de ser una idea y se haya materializado en algo tangible. “Es una producción pequeña, son cinco semanas y evidentemente no tienes todo el tiempo del mundo para hacerla como soñaste. Pero el sueño se cumple porque lo estás haciendo”, reflexiona.

Carta de presentación

De la Rosa tiene experiencia como director (con el corto ‘Farrucas’ fue nominado al Goya) y como guionista de series (‘Veneno’, ‘La chica invisible’), aunque sabe que ‘Iván & Hadoum’, la historia de amor entre un chico trans y una joven hispano-marroquí que trabajan en un almacén agrícola almeriense, será su “carta de presentación” en el cine español. “Siempre tienes ese miedo de cómo será verla terminada, pero creo que está quedando muy bonita. Estamos intentando que tenga estilo y personalidad propias, y poder reflejar a los dos protagonistas en los paisajes de Almería”.

Es un espacio que conoce muy bien: nacido en Granada, llegó con tres años a Níjar. Ahora, la cámara le hace ver su tierra de otro modo. “El hecho de rodar es un acto íntimo y ahora siento que, de alguna forma, ya son parte de mí. Miro los invernaderos y las montañas, las más cercanas a Níjar y al Parque Natural, y ya no son los mismos. El cine es una forma de redescubrimiento”.

‘Iván & Hadoum’ se filma con un equipo de unas 55 personas íntegramente en Almería: Níjar es el principal, pero también están El Ejido, el Desierto de Tabernas y la Casa del Cine de la capital. En una de sus dependencias se ha recreado el interior de una casa de espejos. La fachada se ha construido en El Barranquete y se integra a la perfección con los puestos reales.

“Va a ser una secuencia bastante crucial”, adelanta el malagueño Silver, el Iván del título, un carretillero que se enamorará de Hadoum, la envasadora a quien da vida Herminia Loh, artista de Tetuán residente en Sevilla. Para ambos es su primera vez frente a la cámara y antes de rodar han ensayado durante meses en Madrid. Ninguno ha leído el guion por completo, solo las partes que atañen a sus personajes. “Está siendo un proceso intenso y súper bonito”, asegura él. “Cuando yo no salgo, no me dejan estar en el rodaje. Me gusta porque me facilita meterme en la historia”, apunta ella.

Comienzan a llegar los figurantes y toca despedir a la prensa. Silver, Herminia Loh, Ian de la Rosa y Emília Fort (productora ejecutiva de Avalon, artífices de ‘Alcarràs’) posan frente al puesto de Los Maños. Un buen augurio: el futuro del cine español es un presente que empieza a cosecharse bajo el sol nijareño.