De las más de 16.000 personas atendidas por Cáritas Almería en 2024 a través de sus distintos programas, un pequeño porcentaje son habitantes de Los Granainos, un asentamiento chabolista situado en San Isidro, Níjar. 

¿Y cómo están las cosas allí? Por sorprendente que parezca, la situación administrativa de sus habitantes mejora, pero permanecen 'encerrados' entre los plásticos y palets que conforman los muros de sus hogares. "Hay una constante", plantea Juan Antonio Plaza, delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Almería. "Hay gente con la situación administrativa regulada ya y no hay quien le alquile una vivienda", denuncia. 

Así, se produce una paradoja más de los movimientos migratorios en la provincia de Almería: ya con 'papeles', se continúa viviendo en un asentamiento chabolista porque los propietarios de viviendas le 'cierran la puerta' a la posibilidad del alquiler. 

Asentamientos sin fin

Además, Plaza señala que "quitas un asentamiento y surge otro". Quizás no en el mismo lugar, aunque en otras ocasiones sí: "El hueco que deja el asentamiento no se queda vacío; la solución tiene que ser más integral", señala el delegado episcopal de Cáritas. 

Mientras indica que la ayuda en municipios como Níjar a población migrante hace que se les señale en ocasiones ("A las Cáritas parroquiales se les echa en cara que solo atienen a extranjeros; que se van a tener que hacer musulmanes para que les hagan caso", señala Plaza que les han llegado a decir), el delegado episcopal denuncia que a la sociedad "no le entra en la cabeza que una persona que trabaja y cotiza tiene los mismos derechos que nosotros".

Al mismo tiempo, en Cáritas lo tienen claro: "No miramos la procedencia ni la ideología; miramos a la persona". De esta forma, ya sea en la ciudad, en municipios o en asentamientos chabolistas, continúan ayudando al que lo necesita como pilar fundamental del Evangelio. 

Y así son testigos de que personas utilizadas como "fuerza de trabajo" consiguen su regularización legal y administrativa en España, pero no pueden salir de la chabola en la que viven.