El 27 de noviembre de 1925 tuvo lugar la histórica firma del Tratado de Locarno por el Parlamento alemán, clave para la paz en Europa. En España, que era gobernada por un tal Primero de Rivera, ese día los periódicos y vecinos de la capital hablaban ese día de la fuga de un león del Parque Zoológico de Madrid. Mientras ocurrían esos eventos, ese mismo 27 de noviembre de 1925, veía la luz del mundo Santiago Maldonado Mármol.

Ni el león, por supuesto, ni Primo de Rivera han podido ser testigos de hitos ocurridos desde entonces, como la llegada del hombre a la Luna, el paso de los Exploradores a ser ‘Scouts’ o del aterrizaje de la actual democracia a España. Santiago sí que lo ha hecho. Y ha sido un espectador único y además protagonista de esos cien años de vida.

Una celebración a la altura

Como para no celebrarlo. Ataviado con una gorra del Real Madrid y rodeado de pañoletas de sus ‘scouts’ (o exploradores, como eran llamados en su juventud), Santiago Maldonado Mármol, nacido un 27 de noviembre, 1925, celebró días atrás la llegada de sus 100 años.

Dos símbolos, esa gorra y la pañoleta, que han marcado buena parte de ese siglo de vida y a los que se sumó un tercero representado por el lugar de la celebración: el Círculo Mercantil de Albox, donde Santiago ha pasado durante sus diez décadas de vida incontables momentos para el recuerdo y que, por algo, cuenta con el nombre de su padre en la lista de socios fundadores.

Tres emblemas y lugares que han protagonizado parte del camino recorrido por Santiago pero que no supondrían lo mismo sin la presencia de quienes también le acompañaron en ese día tan especial como fueron sus familiares y allegados encabezados como no, por su mujer Rosario Carrillo y sus hijos.

Con quien le ha acompañado durante décadas y décadas tiene mil anécdotas, como es normal, pero hay una que ha contado -y así lo merece- en más de una ocasión. Cuando convenció a Rosario para ir a Zaragoza como viaje de novios. El motivo pudiera ser el atractivo histórico de la ciudad y su entorno pero era sólo una excusa. Según recuerda su hijo Santiago, lo que realmente quería era “ver a Rafael Farina”.

Homenaje reciente de los Scouts

Quienes conocen esa y otras muchas anécdotas como son sus familiares formaron parte precisamente de una celebración a la altura junto a un amplio grupo de vecinos y ‘scouts’, que cantaron al unísono el cumpleaños feliz y, a partir de ahí, los momentos y anécdotas compartidas con Santiago se sucedieron a la misma velocidad a la que, a buen seguro, ha transcurrido este siglo de vida para el protagonista.

Y es que se trata, muy probablemente, del último explorador de España, ya que la asociación que ahora se conoce como ‘Scouts’ era denominada previamente como los Exploradores. Algo con lo que acabó la llegada d ella dictadura, que disolvió este tipo de colectivos, lo que ocurrió cuando Santiago tenía tan sólo 11 años y pertenecía a la rama de los Lobatos.

Más adelante se dedicó -le vino de familia- a lo de ser tratante y marchante, como otros tantos paisanos, como antes se le denominaba a la labor comercial pero nunca se olvidó de los Scouts, en los que se adentró de la mano de su hermano mayor Ángel Maldonado. De hecho, recientemente recibió todo un homenaje para el que visitaron Albox algunos de los máximos responsables d ella asociación a nivel andaluz.

Homenajes a la altura de todo un siglo de vida en el que Santiago siempre ha estado presente en aquellos lugares donde dejó huella con su cercanía y humanidad, ya sea el Círculo Mercantil, los Exploradores o, en definitiva, el pueblo que tanto cariño le tiene, el de Albox.