La Voz de Almeria

Adra

El proyecto de extensión turística en Adra

La Playa de San Nicolás albergaría un complejo turístico que nunca llegó a finalizarse

El edificio Géminis al fondo en la playa San Nicolás, testigo mudo.

El edificio Géminis al fondo en la playa San Nicolás, testigo mudo.Andrés Aguilera

Pepe Cazorla
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Adra se convertiría en un futuro centro turístico, según proyecto realizado en 1973, planificando para convertir sus playas en un privilegiado núcleo turístico de la Costa del Sol. Se construiría en principio sobre 30.000 metros cuadrados de terrenos lindantes frente al mar. Se buscaba por tanto explotarla turísticamente. Para ello se pensó dar auge a todas nuestras costas y conceder las máximas facilidades para hacer de ellas centros turísticos de gran envergadura. 

Pero en Adra, todavía esto no había llegado. No obstante, Francisco Cañas Ferreira, que era veterinario y fue presidente del Adra Club de Futbol, tenía proyecto ambicioso para Adra que no cabe la duda que la iniciaría para esa industria que es el turismo, a falta de la otra. 

Por aquellas fechas de septiembre de 1973 se tenía conocimiento de que en sus fincas se estaban haciendo las debidas planificaciones a fin de conseguir un núcleo con capacidad para muchos miles de turistas. 

La realidad de este ambicioso proyecto que se estaba realizando, esa futura urbanización, no era el producto de un sueño, ni de una generación espontánea, sino con secuencia de una meditada y meticulosa preparación durante años y la resultante de muchas horas de trabajo, sufrimientos y penalidades, Existía una realidad palpable; más de medio kilómetro de fachada al mar de unas fincas, compradas poco a poco. 

Francisco Cañas contaba con 30.000 metros cuadrados, y que serían ampliados hasta los 50.000, cuando se construyesen las escolleras y cable-estacas; similares a los que se habían clavado en el paseo marítimo dé Almería. Esto establecería definitivamente una línea divisora entre mar y tierra. Bien es cierto, que el Señor Cañas, sólo tenía esa finca (de un valor incalculable, no cabe duda) proyectos y unos enormes deseos de ayudar a Adra. Todo lo demás estaba en gestación, aunque de eminente realización.

Proyectos y primeros contactos

Lo primero que se observaba al llegar a Adra, era la falta de urbanizaciones y centros donde albergar el turismo. ¿A qué era debido esta demora de lo que afecta al turismo? Hubo varias razones. Una, que los terrenos que lindan al mar son de excelentes tierras de cultivos intensivos de hortalizas tempranas, que, por su producción, se cotizaban a un elevado precio para la agricultura. 

Un marjal (medida local que equivale a 528 metros) valía en algunas zonas por entonces, cerca del cuarto de millón de pesetas, y a veces, el medio millón. Venía a salir a 500 pesetas el metro cuadrado. Como solares, aumentaría aún más su valor, pero ese precio era prohibitivo para las grandes inmobiliarias, que sólo urbanizaban terrenos de escaso valor. 

La Playa de San Nicolás.

La Playa de San Nicolás.Andrés Aguilera

Otra razón era la de ser propiedades minifundistas, de modestos labradores, que nada pueden hacer ellos, ni llegarían a un acuerdo con alguna empresa que quisiera comprar en bloque. Por último, además de no existir quien ayude ni promocione a estos modestos propietarios, había una razón muy importante; las tierras que iban desde el puerto hasta las albuferas lindando al mar, no tenían accesos. Se pedía que se construyera una carretera, que, desde el antiguo “Lavadero Municipal”, por el “Camino del Censo”, llegara hasta el límite del término, con unas calles laterales hacia la playa.

En aquella primeriza Urbanización, según proyecto, se crearía un enorme polígono con cientos de hectáreas, donde se podría desarrollar una moderna zona turística, que haría de Adra el mejor núcleo urbanístico de toda la Costa del Sol. Adra tenía y tiene una zona agrícola definida; pero estas tierras lindantes con el mar atesoran una gran riqueza, que nuestro clima y nuestro sol nos ha dado y es una pena no explotarlas. 

Así también lo refleja y resume el abderitano Juan Manuel Fernández Jiménez para la Universidad de Almería en su trabajo sobresaliente de Fin de Grado, titulado: 'Adra, tibia y azul. Una Historia turística abderitana de las décadas 60,70 y 80 del siglo XX'. 

El estudio trata de arrojar luz acerca de porqué Adra no logró consolidarse como destino turístico, lo que, entendemos, se debió a una combinación de factores estructurales, geográficos, económicos y políticos. Aunque en palabras del propio autor, Adra, aún tiene mucho que decir en materia turística, no en vano, el municipio es uno de los más antiguos de España y su historia tiene su peso en oro.

En qué consistiría la gran urbanización

En el proyecto total de la misma, se incluía un hotel de 4 estrellas y de 10 plantas con doscientas habitaciones dobles. Este llevaría anexas, jardines, una piscina, campos de tenis, salas de fiestas, cafeterías, restaurantes e incluso un pequeño embarcadero para naves de recreo. A ambos lados de este, se construirán 250 bungalós de dos plantas y con dos dormitorios, que, por permitirlo el nivel de la playa, irían a escalón; de forma tal, que todos tuvieran vista directa al mar. En segunda línea, irían 100 bloques de apartamentos. 

El conjunto tendría la particularidad, de que en primera línea sólo irían edificios de dos plantas; con la excepción del hotel, como un edificio singular del conjunto, que le daría más vistosidad. Además, su orientación estaba pensada de orientado de Norte a Sur, para dar la máxima visibilidad por detrás. En fin, un pequeño y moderno complejo turístico que podía albergar a unas 4.000 personas.

Respecto a las escolleras y cable-estacas, se buscaba los permisos ya solicitados para su ejecución, tenía que construir futuriblemente en el mar una escollera. Ello daría lugar a la ampliación y conservación de la bonita playa de San Nicolás, fijando la línea marítimo-terrestre, A Levante partiría, según planos, una serie de cable-estacas que retendrían la arena que el levante aporta y el poniente se lleva. Ello, daría lugar a la creación de una gran playa. En cuanto a las dificultades que pudiera encontrarse en un inmediato futuro para estas obras, pensaba Francisco Cañas, que no existirían; era uno de sus máximos deseos y colaboración en beneficio de Adra.

Presupuesto obra faraónica, financiación y desarrollo

Se habían previsto, 300 millones de pesetas con créditos a través de la Oficina de Información y Turismo para el hotel (lo más caro de la urbanización), y el resto, entre asociados y el propio señor Cañas, desde luego, que por sí solo, no podía afrontar ese gasto. Para su desarrollo había previsto además asociarse con diversas empresas especializadas, varias alemanas y alguna española, que estaban interesadas en dicho proyecto. 

Así mismo, existían sobre la mesa otras ofertas que estaban en estudio: Quiero construir, aunque tenga que regalar los solares – puntualizaba en su día Francisco Cañas. En cuanto al desarrollo de esta urbanización, en la primera fase se había previsto la urbanización de una de las fincas, con 17.000 metros cuadrados, construyendo calles, Jardines y unos bungalós pilotos, promocionando su venta en bloque o uno a uno. 

En la segunda etapa, se construirá el hotel y el resto de los bungalós. Se ponía en el proyecto que, si en los arenales de Roquetas se pudo desarrollar una urbanización, en Adra, que es una ciudad importante, pensaba el promotor señor Cañas, también se pueden realizar aquí bastantes. Muchas personas buscaban los sitios tranquilos y no contaminados, huyendo de los densos núcleos turísticos muy saturados.

Enfoque y clase de turismo

Aquellas futuras construcciones irían orientadas para Países con divisas fuertes y se habían tenido en cuenta sus gustos y predilecciones en los proyectos, donde nuestro clima invernal, nuestro cielo y sol, para el promotor, valían mucho dinero y con un solo objetivo; solo quería que Adra prosperara, que afluyeran gentes, que hubiera muchos puestos de trabajo. No se trataba de una propuesta, era una realidad donde el tiempo corría. 

Pero hasta ese momento sólo había terrenos, planos y proyectos; ¿Cuándo comenzarían las obras? Los proyectos de la primera fase estaban prácticamente ultimados. A falta de algunos pequeños flecos con una entidad bancaria comenzaría las obras. Con ello, Adra se integraría en esa corriente turística de aquel tiempo. 

El señor Cañas tenía el apoyo de todos incluido el propio ayuntamiento, pero…toda la labor que se venía realizando para, que se iniciase de una vez por todas, esa mecha, se apagó, encontrándose muchos problemas por el resto del camino a concluir y finalmente con la no construcción del complejo turístico en Adra.

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