Cuando Pedro Sarmiento pagó los platos rotos
Un hecho curioso se produjo con motivo de los actos de hermanamiento entre Adra y Avdira

El alcalde Pedro Sarmiento, a la izquierda, junto a su homólogo griego, Dimitris Vurvukelis.
No se crean que el titular va con segundas. “Te creo, ¡Pepico!”, que diría el primer alcalde de la Democracia en Adra, Pedro Sarmiento Posadas, natural de La Bañeza (León). La historia, verídica, ocurrió en el Club de Mar de Almería hace 40 años con motivo de aquel lazo de unión.
El Ayuntamiento de Adra hizo efectivo el hermanamiento con su homónima griega, Avdira. Para ello y tras haber aprobado esta decisión en Pleno, la alcaldía enviaba sendos escritos al ayuntamiento griego, embajada de Grecia y a la asociación hispano-helénica en Madrid.
El primero de los actos de hermanamiento entre las ciudades de Adra y Avdira (Grecia) se llevó a cabo en esta última ciudad de la Tracia griega, actos que tuvieron lugar entre el 25 de julio al 4 de agosto de 1985.
Una representación del Ayuntamiento abderitano encabezada por el alcalde Pedro Sarmiento viajaría a Grecia entre esas fechas después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores ratificase la voluntad de hermanamiento entre ambos municipios. La comitiva griega devolvería la visita un mes después con motivo de la Feria y Fiestas de Adra ese mismo año.
Anécdotas durante el hermanamiento
Curiosidades como el primer día de estancia en Adra de la expedición griega que compraron una gran cantidad de plátanos para consumo personal y que se extrañaba de lo barato del producto. Por entonces en Grecia existía una ley que prohibía la importación.
Moschos Morfakidis Filactós, que, por aquel tiempo, era Profesor Titular Interino, (hoy en día es Catedrático de Filología Griega de la Universidad de Granada) ayudó también, junto con su hermano Vasilis, en la traducción ya que por entonces era casi imposible encontrar intérpretes de griego-español. Fue el que concibió la idea del hermanamiento e hizo todas las gestiones de contacto, coordinación, y traducción entre las personalidades presentes.
El Señor Moschos Morfakidis, apuntaba que, en Grecia, existía una ley que prohibía la importación para así poder proteger y fomentar las frutas autóctonas. Así mismo entre los griegos está muy extendida la creencia de que los plátanos son muy nutritivos y constituyen un complemento importante para el desarrollo de los niños.
Los alcaldes de Adra, Pedro Sarmiento y Avdira, Dimitris Vurvukelis, sellaron con un beso “a la griega” el hermanamiento de sus respectivas ciudades. Al hecho de la firma sucedió el abrazo de ambos representantes municipales, que terminó en sendos besos en sus mejillas, costumbre del saludo griego.
Platos rotos para sorpresa de los camareros
Las autoridades provinciales almerienses y la representación griega de Avdira protagonizaron un curioso incidente en el restaurante del Club de Mar almeriense a la que habían sido invitados. Dimitris Vurvukelis inició un ritual griego de romper los platos después de la comida, lo que provocó una rápida actuación de los camareros, arrebatando los platos a los comensales. Es costumbre griega romper platos utilizados en las reuniones familiares para separar el aspecto material de la comida con la parte espiritual de la ceremonia.
Antes de que Dimitris Vurvukelis pudiera cumplir su propósito, el concejal del Ayuntamiento de Adra, Adolfo García cogió varios platos y los rompió contra el suelo. Ante este hecho los camareros del Club de Mar creyeron que toda la vajilla utilizada por los comensales iba a correr la misma suerte y se apresuraron a quitar los platos de la mesa.
Un camarero, arrebató el plato al alcalde griego, cuando este iba a dar buena cuenta de él, estrellándolo contra el suelo. Todas las autoridades allí presentes convencieron de lo ceremonial del asunto a los camareros y al responsable del comedor, que en principio no daba crédito.
Dimitris recibió también la oportuna explicación de la actitud de los camareros. Como el asunto se había quedado a medias, se levantaron de sus asientos el alcalde de Almería, Martínez Cabrejas, el presidente de la Diputación de Almería Antonio Maresca, el diputado, Andrés García Lorca y el propio alcalde griego, rompiendo un plato todos al unísono.
Pedro Sarmiento, alcalde de Adra se abstuvo de romper los platos y para tranquilizar a la dirección del Club de Mar pagó los platos rotos al camarero. Una decena de platos que costaron al alcalde abderitano 5.000 pesetas (30 €) , más 1.000 pesetas (6 €) de propina que se llevó el camarero. El alcalde de Adra señaló que no había querido participar en la ceremonia para así, poder demostrar que no ha roto un plato en su vida.