Estos días finalizan los plazos de inscripción para la mayoría de las Escuelas de Verano que se celebran en el municipio. Una opción que se ha convertido en los últimos años en la tabla de salvación de muchos padres trabajadores y que año a año multiplica su oferta. Este verano, alrededor de dos mil niños roqueteros asistirán a una de ellas, donde el deporte y los juegos son los protagonistas, aunque también se da la posibilidad de aprender inglés o métodos de estudio.

En los colegios Las instalaciones de los mismos colegios sirven como marco para muchas de estas escuelas de verano, aunque gestionadas por empresas educativas externas, en su mayoría. Es el caso del colegio Arco Iris de Aguadulce, a través de la academia Mortimer English, o del CEIP Francisco Villaespesa, de El Parador, de cuya Escuela de Verano se encarga la Asociación El Saliente bajo el nombre de Escuela Almeragua. Otros centros que cuentan con programa estival son  los colegios Altaduna y Saladares, esta vez organizadas por los propios centros, pero abiertas a alumnado externo.
En el caso de las Escuelas ubicadas en colegios, la mayoría de ellas se desarrollan a lo largo del mes de julio, con la opción de asistir semanas sueltas. Aunque también se llegan a abrir los centros en agosto, como es el caso de la Escuela Las Salinas, dirigida por Educafom en los últimos ocho años en las instalaciones del colegio del mismo  nombre.
En el mismo barrio, la academia Centro de Formación de Las Salinas organiza igualmente su propia Escuela.

En instalaciones públicas Otra de las opciones que se amplía este año es la de asistir a alguna de las Escuelas de Verano que se llevan a cabo en instalaciones municipales. En el CDU Juan González de El Parador se celebrará la segunda edición de la escuela gestionada por la empresa Factor Deporte.

También Factor Deporte se hará cargo de la Escuela que tendrá lugar por primera vez en el Castillo de Santa Ana, gracias al acuerdo alcanzado por el Ayuntamiento y la empresa. Su director, Avelino  Pérez, explica la actividad en el monumento engloba también al Puerto, así como que acogerá actividades acuáticas, deportivas y culturales, sin olvidar los cursos de inglés, actividades en la naturaleza, etc., con capacidad para entre 300 y 400 niños.

Además, hace unos días se conocía que el campamento Juan de Austria volverá a ser escenario de la tradicional Escuela, después de que la Junta optara por sacar el servicio a concurso público y éste haya sido adjudicado también a Factor Deporte. En ella participarán unos 150 niños en cada periodo, hasta el 15 de agosto, cuando el campamento cierra sus puertas para llevar a cabo otras actividades. Un hecho que el año pasado supuso el cierre adelantado de la Escuela con el consiguiente perjuicio a las familias que no habían sido avisadas por la Junta.
Avelino recuerda que fue en 2013 cuando este proyecto entró en funcionamiento, y que estas instalaciones han pasado de “no tener tirón a tener un proceso de captación brutal”.

También repite este verano la Escuela de Verano que Factor Deporte puso en marcha en Aguadulce junto al Club Náutico, por la que pasaron unos 450 niños durante 2014.

Avelino Pérez defiende las Escuelas  como asegura una opción más cómoda y económica para el tiempo de ocio de los pequeños, ya que “con lo que cuesta una semana de capamento, se puede acudir a una Escuela de Verano durante todo el mes”.
Con la gestión de estas cuatro Escuelas de Verano en el municipio, sin contar las que les han sido confiadas en Vícar o Celín, Factor Deporte atiende a unos a 1.200 niños, “prácticamente la totalidad de la demanda que existe”, además de generar empleo a tiempo parcial para unas 40 personas.