Las aulas del IES Mediterráneo de Garrucha han sido el escenario de una campaña de concienciación de los estudiantes con las personas mayores. Para ello, se han acercado hasta ese instituto profesionales y personal usuario del Centro de Estancias Diurnas de Garrucha, en concreto la directora del mismo, Elisabet Campos y una de las personas mayores que acuden a diario a dicho centro, Mari.

Cinco minutos para escucharme y un segundo para darme un beso es el slogan de esa campaña de sensibilización puesta en marcha por el equipo de profesionales del mencionado  Centro de Estancias Diurnas, que está siendo gestionado por FAAM y concertado por la Junta de Andalucía. Dicha campaña se está llevando a cabo durante esta semana con los adolescentes del IES Mediterráneo de la localidad y de edades comprendidas entre los doce y los dieciséis años.

Esta iniciativa está destinada a sensibilizar a los más jóvenes del municipio sobre la importancia de dar un buen trato a nuestros mayores y dedicar tiempo a compartir experiencias con ellos para que puedan aprender a través de sus vivencias. Por ello, junto a la Trabajadora Social del centro de Garrucha se ha acercado hasta las aulas del IES una de las personas mayores que hacen uso de ese Centro de Día.

La Trabajadora Social explicó, de manera muy pedagógica, lo que es el centro y qué tipo de actividades se llevan a cabo en él con las personas mayores que lo utilizan y de qué tipo son esas personas. También explicó el tipo de profesionales que los atienden, tanto sanitarios como de otro tipo, y la labor que realizan cada uno de ellos con los mayores. Por su parte, Mari contó su experiencia, que transmitió al alumnado que la escuchaba con atención, siendo uno de los momentos más emotivos de la jornada. Elisabet leyó también una nota que le había facilitado Antonia, otra usuaria del centro que no había podido acudir ese día.

Con todo ello, se pretende crear un espacio en el que ambos grupos de población puedan disfrutar de un espacio de aprendizaje intergeneracional. “La búsqueda de retroalimentación y de intercambio de vivencias contribuye a reforzar la autoestima de los mayores, a la par que los jóvenes aprenden a valorar la importancia de dar un buen trato a nuestros mayores, dedicarles tiempo y conocer cuáles son sus necesidades afectivas”, comentaban los profesionales del Centro de Estancias Diurnas.