Desde hace 17 años que la familia de Mateo García Valdivia no sabe nada de él. Desconocen si está vivo, donde reside o si pasa hambre. La última pista que tienen de él, lo situaría en un pueblo de Granada, pero sólo fue un rumor que jamás pudieron confirmar.
Fue siendo Mateo un muchacho joven cuando un buen día decidió marcharse con una compañía circense que vino a ofrecer función a El Ejido -por entonces el campo de Dalías-.
Vivía con sus padres y tenía dos hermanos más. La mayor, Trinidad María García, que ahora ronda los 70 años, recuerda vagamente el momento en el que su hermano, con cierto grado de discapacidad cognitiva, dijo que se iba con el circo. No pudieron impedírselo porque Mateo tenía la mayoría de edad.
 
Periplo con el circo Así fue como un buen día se marchó a buscarse la vida con el circo cuidando de los animales. “Pudimos averiguar entonces que se encontraba con la compañía en La Cañada de Almería y fuimos hasta allí mi madre, mi marido y yo a intentar convencerlo para que se viniera”, recuerda su hermana. Pero no hubo nada que hacer, Mateo tenía su proyecto circense arraigado en la cabeza.
El siguiente paso de la familia fue dirigirse al juzgado de Berja. “Nos dijeron que podían traerlo esposado, pero que como era mayor de edad podría volver a irse”, indica.
Y llevaban razón. Mateo vino en varias ocasiones a visitar a su familia, se quedaba uno o dos días y después volvía a marcharse. No quería quedarse en El Ejido.
A continuación sus pasos le llevaron fuera de la provincia, hasta el pueblo de Mazarrón, en Murcia. Allí fue cuando su familia volvió a tener noticias.

En el campo de Murcia  En  la vecina provincia de Murcia situó Mateo su destino.  Lo supieron por una familia que le dio cobijo. “Se fue a vivir con un señor de un banco a una aldea. Allí el dueño le daba para que sembrara tomates en un invernadero”, menciona Trinidad García. “Era un señor muy bueno, nos contaba que a mi hermano le iba muy bien, pero que se había comprado una bicicleta y se gastaba todo el dinero”, explica.
 Entre tanto, Trinidad se comunicaba con su hermano por teléfono cuando él le llamaba desde el bar. Así es como le dijo que “había decidido irse a Granada y dedicarse a ser pastor”.

Rumores en Granada Hasta aquí la última pista de Mateo, porque Trinidad no volvió a saber nada más de su hermano. Nunca pudo confirmar si estuvo en Granada o no. Lo buscaron en Dúrcal, ya que unos conocidos lo situaron allí, pero nunca lo pudieron confirmar.
Han pasado ya 17 años, desde sus últimas noticias.  Transcurrido todo este tiempo, el juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de El Ejido hizo público  el pasado día 3 de octubre  un edicto en el que se hacía saber el seguimiento a instancia de su hermana, Trinidad María García del expediente para la declaración de fallecimiento de Mateo, que ahora tendría 65 años de edad. 
No obstante, la familia no pierde la esperanza y si alguien tiene noticias de su existencia, agradecerían que fuera puesto en conocimiento. Mateo era un hombre bajo y ahora contaría los 65 años.