Las aulas de la guardería Virgen del Carmen se han convertido en una auténtica panadería. Los pequeños han aprendido a elaborar el pan y a experimentar y familiarizarse con los distintos materiales y texturas.

Los más pequeños, los de primer ciclo asistieron ayer a este taller, en el que observaron con atención las instrucciones del panadero. Un día antes, el miércoles, participaron los alumnos de segundo ciclo, es decir, entre tres y cinco años. En total, han realizado 300 piezas de pan.

La lección

El encargado de impartir las instrucciones ha sido Daniel Quevedo, de la Panadería Quevedo. Para realizar este pan, su negocio ha colaborado de forma altruista con 2 kilos de harina de trigo, 40 gramos de sal, 100 gramos de masa madre natural y 60 gramos de levadura fresca.

La lección ha comenzado con la elaboración de la masa. “Primero se pone la sal debajo de la harina y la levadura encima, añadimos el agua y empezamos a amasar”, explica Daniel Quevedo.
Los pequeños han tomado buena nota y han amasado con brío la mezcla. Algunos, incluso,  querían dar buena cuenta del alimento antes de estar cocinado; otros observaban al maestro panadero con los cinco sentidos.

Al horno

Una vez que el compuesto ya se ha encontrado fino y elástico, los alumnos, ayudados por Daniel y las maestras,  han separado las piezas y lo han dejado fermentar 15 minutos. 

Pasado ese tiempo, han introducido la masa en el horno. Tamara Romero, Estefanía Milán, Noelia Morón, Ana Isabel Martínez, María José Giménez y Magdalena Galdeano son las maestras y técnicos que han acompañado a los pequeños en este divertido taller de panadería.

Noelia Jiménez, la directora, también ha participado en la actividad. “Hemos trabajado durante toda la semana el tema del pan,  la panadería y cuál es la función de un panadero. También hemos hecho los gorros y los delantales. Ahora como colofón final realizamos este taller”, indica.

Todos los pequeños han llevado los gorros y los delantales propios para hacer el alimento. Guiados en todo momento por Daniel y las maestras se han convertido en pequeños panaderos durante los 45 minutos que ha durado la actividad.

Más talleres

Se trata de la primera vez que el centro Virgen del Carmen realiza este tipo de talleres. “Queríamos que los niños aprendieran mediante la observación directa”, añade Giménez.

Para las próximas semanas realizarán más actividades como  cuentacuentos, jardinería o incluso, higiene bucal. “En el momento en el que hemos pedido ayuda, la gente se ha volcado con nosotros”, puntualiza, ya que todos los colaboradores lo hacen de forma altruista.