Cuando llega esta época del año miles de almerienses 'peregrinan' hacia las almazaras una vez que tiene lugar la recogida de la aceituna. Es tiempo de cosecha, de esfuerzo y, sobre todo, de visitar esas instalaciones que ya están ofreciendo el primer primer aceite de oliva la temporada año.

Una actividad que, en no pocas ocasiones, tiene mucho de tradición compartida con familiares. Sin embargo, cada vez se conocen más detalles sobre la forma idónea de convertir este fruto en 'oro líquido' y hay un error bastante común del que ha advertido todo un experto en la materia como es David García, uno de los responsables de la Almazara de Lubrín, todo un referente en el Levante Almeriense.

Un problema "grave" fácil de solucionar

Durante una entrevista en la Cadena SER Levante, García ha destacado el que considera uno de los errores "más graves" y, quizás, el más común, como es esperar demasiado tiempo entre la recogida de la aceituna en el campo y su molturación en la almazara.

El motivo no es otro que el de "la oxidación" del fruto.  Un paso que el experto considera como el "más importante". Y no es una opinión, es ciencia, tal y como ha detallado el responsable de la Almazara de Lubrín. "La aceituna, en cuanto la quitas del árbol, empieza de alguna manera a oxidarse, a fermentar".

El objetivo principal por lo tanto es separar cuanto antes el aceite del "agua vegetativa" que lleva la propia aceituna. Si el aceite permanece demasiado tiempo en contacto con esa agua antes de molerse, el resultado es nefasto. "Se oxida rapidísimo".

De ahí que, siempre que exista la posibilidad, lo más recomendable sea llevar la oliva con la mayor agilidad posible a la almazara elegida. Es más, dichas instalaciones también deben estar preparadas para afrontar con rapidez este proceso, como también ha subrayado García.  De hecho, la Almazara de Lubrín esta máxima se aplica a rajatabla puede presumir de que su capacidad y tecnología de trabajo está diseñada para ello. "Todo lo que viene en el día, para esa misma noche está molido".

"Es una de las cosas más importantes", reiteró acerca de la necesidad de actuar con la mayor rapidez posible. Una advertencia que llega en el punto álgido de una nueva campaña que promete superar a la anterior, ya que las últimas lluvias "han salvado" a numerosos agricultores y, por lo tanto, las previsiones ahora mismo apuntan a una "cosecha alta".

El resultado de ese trabajo bien hecho ya está disponible. Desde principios de noviembre, la Almazara de Lubrín ya está embotellando y repartiendo ese esperado primer aceite de la nueva cosecha. Un aceite "verde, verde increíble" y que es "100% natural" y sin mezcla alguna en todas sus variedades, tal y como recuerda y reivindica su responsable.