Un tesoro arqueológico de más de 1.500 años del Poniente almeriense prepara su gran revelación
El Ayuntamiento de Berja ha anunciado que comprará las parcelas que albergan los restos de la muralla de Villavieja

Restos de la muralla de Villavieja.
Más de 1.500 años de historia dormían en un cerro del Poniente almeriense y ahora comienzan a despertar. El Ayuntamiento ha adquirido los terrenos que albergan los restos de la muralla de Villavieja, un espacio que alberga un yacimiento único, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que incluye restos de una alcazaba islámica, un anfiteatro romano, baños árabes y una necrópolis musulmana. La operación permitirá proteger, investigar y poner en valor un patrimonio que durante siglos permaneció oculto, ofreciendo una ventana excepcional al pasado de un pueblo almeriense.
El director del Centro Virgitano de Estudios Históricos, Eric Pérez, explicó en una entrevista con Cadena SER Poniente en Almería que esta compra es “un gran paso para poner en valor este bien de interés cultural”. Pérez destacó que la operación resuelve una asignatura pendiente del alcalde José Carlos Lupión, quien durante años ha trabajado para asegurar la titularidad municipal de estos terrenos y proteger un patrimonio que estaba en riesgo de perderse.
“Estamos hablando de restos de una alcazaba no tan distinta de la de la capital, aunque lo que queda son paños de muralla, un torreón y el resto del complejo: enterramientos, aljibes y un anfiteatro romano, todo en el entorno del cerro”, señaló Pérez. “Ahora podremos actuar de forma integral, estudiarlo, conservarlo y mostrarlo al público, algo que hasta ahora no era posible”.
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La Alcazaba de Villavieja, situada a unos 3 km al suroeste de Berja, ocupa una extensión de 7,5 hectáreas y fue construida en tres etapas entre los siglos IX y XII. La primera etapa, del siglo IX, coincide con un período de revueltas; la segunda, del siglo XI, refleja la implantación del poder califal y posteriormente del reino taifa de Almería; y la tercera, de mediados del siglo XII, en época almohade, incorporó un sistema defensivo más elaborado, incluida la torre del agua o coracha para proteger el abastecimiento desde la fuente de la Rana.
El complejo de Villavieja no se limita a la alcazaba. En sus alrededores se encuentran restos de un anfiteatro romano, evidencia de un poblamiento antiguo; una necrópolis musulmana del siglo XII, con 112 sepulturas recientemente localizadas; y los restos de baños árabes medievales, de los tres que existieron originalmente, que conservan la zona de los “baños fríos”. Además, en 1923 se descubrió un sarcófago paleocristiano del siglo IV, que hoy se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, mientras que una reproducción se expone en la catedral de Almería.
El hecho de que todo el conjunto sea BIC subraya su importancia histórica y cultural, consolidándolo como uno de los enclaves arqueológicos más relevantes de la provincia. La adquisición permitirá garantizar el acceso a investigadores y visitantes, asegurando que este patrimonio no solo se conserve, sino que se integre en la vida cultural y educativa de la comarca.
Eric Pérez subrayó que esta compra permitirá actuaciones de conservación, además de abrir la puerta a futuros proyectos de investigación y difusión histórica. "Esto es solo el primer paso, pero va a dar lugar a que se lleve a cabo una actuación y que se explote mucho más y se le de más salida y más presencia" ahora la pelota queda en el tejado del Ayuntamiento y del Centro Virgitano de Estudios históricos como conjunto de especialistas, concluyó.
Con esta medida, el Ayuntamiento no solo protege un conjunto arqueológico de incalculable valor, sino que también reafirma su compromiso con la cultura y la historia del Poniente almeriense, ofreciendo a vecinos y visitantes la oportunidad de recorrer más de 1.500 años de historia en un solo lugar.