Situado frente a la costa de Almería, el Seco de los Olivos es una  montaña submarina de origen volcánico a pocas hora de navegación desde la capital con gran biodiversidad y hábitats protegidos, como son los arrecifes de corales de profundidad  que actúan como refugio y criadero de numerosas especies.

Este ha sido el escenario de una colaboración muy especial entre científicos y pescadores. Juntos han liderado una iniciativa, del que ya se ha cubierto su primera fase en Almería. En ella se ha aunado ciencia, tecnología y el saber local de pescadores y marineros para proteger este enclave único en Europa.

El buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha atracado este viernes en el Puerto de Almería tras realizar unos trabajos en el Mar de Alborán dentro del proyecto europeo Lifre Dream para la protección de corales del Mediterráneo. 

Esta ha sido una una oportunidad única para que el sector pesquero y el científico trabajen codo con codo in situ en el terreno, según ha destacado Elvira Morote, responsable de proyectos de la Organización de Productores Pesqueros (OPP) de Almería. "Ya no solo es saber qué es lo que hay en el Seco de los Olivos, sino ser testigo en directo viendo los fondos junto a los expertos. Una experiencia que ha sido absolutamente enriquecedora", ha afirmado ante los medios de comunicación. 

Qué se ha hecho en el Seco de los Olivos

Claudio Lo Iacono, investigador del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), ha explicado que este 22 de agosto se ha dado por finalizada esta primera parte de esta campaña oceanográfica de doce días de duración. A partir de ahora, dará comienzo una segunda fase.

El objetivo de este proyecto se centra en la restauración y la monitorización de arrecifes profundos, ambientes muy importantes para mantener la biodiversidad . "Estos ecosistemas proporcionan servicios ecosistémicos para mantener nuestro bienestar. Estos también albergan especies de valor comercial", ha afirmado este experto. 

Gracias a la gran tecnología del buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa se han descubierto nuevos enclaves de biodiversidad.  Se ha llegado a áreas que están sujetas al impacto humano, como la aparición de basura y la actividad de pesca, y se ha trabajado en reducir esta huella. Otra de las actuaciones llevadas a cabo ha sido la instalación de arrecifes artificiales que fomentan el crecimiento y la restauración de los ecosistemas profundos ya presentes en la zona.

Claudio Lo Iacono ha explicado que se han usado cámaras de alta tecnología que durante varios años harán fotografías cada 20 minutos de los arrecifes para monitorizar su crecimiento.

Por su parte, Salvador Martínez, pescador y patrón del barco Paco y Antonia, de la Organización de Productores Pesqueros de Almería, ha destacado que su participación en este proyecto ha sido una experiencia muy positiva. "No estamos acostumbrados a ver lo que realmente alberga el fondo del mar", ha afirmado, quien ha querido recalcar que durante estos días no se ha apreciado en la zona 'estudiada' ningún tipo de resto de la actividad de la pesca de arrastre. 

La presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería, Rosario Soto, no ha querido perder la oportunidad y ha visitado este viernes este buque. Subido en él ha conocido de primera mano sus instalaciones, así como el trabajo desarrollado.