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El otro castillo almeriense de los Vélez... que no está en Los Vélez

Tras varias restauraciones, alberga diversos espacios culturales

Castillo de los Vélez.

Castillo de los Vélez.Turismo Andaluz

Tito Sánchez Núñez
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El marquesado de los Vélez ha desempeñado un papel fundamental en la historia de la provincia de Almería. Este título nobiliario fue concedido en 1507 por la reina Juana I a Pedro Fajardo y Chacón, cabeza del linaje murciano de los Fajardo.

Su jurisdicción abarcaba territorios en las actuales provincias de Almería, Murcia y Granada, incluyendo las villas de Vélez-Rubio, Vélez-Blanco, María y Chirivel, así como Albox, Benitagla, Albanchez y Arboleas, entre otros.

Pedro Fajardo, primer marqués de los Vélez, destacó por su labor constructiva, dejando un importante legado arquitectónico. Entre 1506 y 1515, ordenó la edificación del Castillo de Vélez-Blanco, una de las grandes joyas del Renacimiento cuyo Patio de Honor se encuentra exhibido en Nueva York.

Además, promovió la construcción de otras fortalezas para consolidar su dominio, como el Castillo de los Vélez en Mula (Murcia) y otro castillo más en la provincia de Almería.

Es el conocido como Castillo del Marqués de los Vélez, situado en Cuevas del Almanzora. Se construyó en 1507 sobre una estructura de origen musulmán, transformando la antigua torre en la actual Torre del Homenaje.

Ubicado en la Plaza de la Libertad, cuenta con una planta rectangular irregular y una única puerta de acceso con los escudos de la familia Fajardo. Su construcción respondió a un carácter defensivo y de control del territorio recientemente conquistado a los musulmanes.

Durante la revuelta de los moriscos en el siglo XVI, sirvió como refugio para los cristianos. Posteriormente, en tiempos de Felipe II, sus muros acogieron a los moriscos expulsados del Reino de Granada antes de su traslado definitivo fuera de la Península Ibérica.

Tras la disolución de los señoríos en el siglo XIX, el castillo pasó a manos privadas y fue habitado, perdiendo su función defensiva. Posteriormente, se incorporó al patrimonio municipal y, tras varias restauraciones, alberga diversos espacios culturales. 

Hoy día, estas fortalezas constituyen un valioso patrimonio histórico y turístico de Almería y Murcia, testimonio del poder de la familia Fajardo en la región.

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