Violencia juvenil: peleas organizadas entre institutos sacuden El Ejido

Cuando cae la tarde, la gasolinera de Santa María del Águila deja de ser un punto de repostaje y se convierte en un cuadrilátero improvisado. Gritos, carreras, risas nerviosas que brotan tras amenazas y puñetazos. Un ritual de violencia que, según los vecinos, se repite con inquietante regularidad durante este mes de febrero, dejando tras de sí una estela de desconcierto.

El punto álgido llegó la noche del 6 de febrero. Una veintena de adolescentes se enfrentaron en una batalla campal que, según testigos, no fue un hecho aislado. "Esto no es cosa de un día", advierte un residente. "Es la cuarta vez que ocurre y me temo que habrá una quinta".

Los vídeos que circulan en redes sociales muestran la crudeza del conflicto: jóvenes armados con palos, persiguiéndose unos a otros, descargando golpes con furia descontrolada. En algunos clips se escuchan órdenes entre los participantes: "¡Está ahí escondido!", alertan, señalando a sus rivales antes de abalanzarse sobre ellos. Pero lo que realmente inquietó a los vecinos ocurrió antes de la refriega.

A veces hooligans, otras novios celosos

Según relata Soledad, testigo de los hechos, aquella tarde, alrededor de las 19.00 horas, mientras paseaba por las inmediaciones del puente cercano a la gasolinera, vio como esta estructura estaba tomada por una veintena de adolescentes. No había gritos ni golpes aún, solo una tensa espera. "Venían a por pelea", asegura. Movida por la curiosidad, Soledad se acercó y preguntó qué pasaba. La respuesta la dejó perpleja: "Problemas de novias". Una razón tan absurda como peligrosa cuando el desenlace es una batalla campal.

Esta vecina quiso indagar sobre la procedencia de estos jóvenes, bajan desde Las Norias y no solo se pelean con los de aquí, también con chavales de El Ejido", apunta Soledad.

Sin embargo, detrás de estos enfrentamientos parece haber más que celos juveniles. Según ha podido saber La Voz, las peleas responden a una rivalidad enquistada entre alumnos de dos institutos de la zona. Y la gasolinera, sólo es uno de los múltiples campos de batalla elegidos para arreglar sus rencillas particulares. 

Los días 1 y 2 de febrero, el campo de fútbol de Santa María del Águila también fue escenario de reyertas. Según fuentes policiales cercanas a la investigación, indican que en el campo de futbol de Santa María se han registrado “algunos problemas”, siendo los de mayor calado los de principio de mes.

Tras la pista

Más allá de los golpes, la preocupación crece entre los vecinos. No solo temen que la gasolinera se convierta en un punto habitual de estas disputas, sino que la violencia escale. En los últimos días, aseguran, han visto a estos jóvenes arrojar basura a los coches e incluso lanzar piedras a los camiones que circulan por la autovía.

Algunas de estas acciones, han dañado severamente algunos vehículos aparcados en las zonas elegidas como ring. Según fuentes solventes, estos actos vandálicos podrían haber causado daños valorados en 15.000 euros.

El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, ha expresado su preocupación por los recientes enfrentamientos entre grupos de jóvenes de Las Norias y Santa María del Águila. Aunque durante las reyertas “no ha habido herida de arma blanca”, Góngora subrayó que “son cuestiones preocupantes”. Asimismo, el primer edil ejidense señalaba que, “sólo se atendió a una persona por heridas leves”.

La Policía Nacional, en coordinación con la Policía Local de El Ejido, ha abierto una investigación para frenar la oleada de violencia. Además, al confirmarse que muchos de estos jóvenes son de nacionalidad marroquí y argelina, se ha solicitado la colaboración de la comunidad musulmana de El Ejido para mediar y evitar que los enfrentamientos deriven en episodios aún más graves.

Ante la situación de las recientes peleas en la gasolinera de Santa María del Águila, el Intendente Jefe de la Policía Local de El Ejido, Marco Muñoz, ha indicado que están buscando que van a ser "inflexibles con esta conducta", tanto los menores como sus padres tendrán que responder por sus actos.