Este pueblo almeriense es una explosión de color y un escenario de postal
Deslumbra con sus callejuelas impolutas y las flores que decoran balcones, ventanas y fachadas

Este pueblo almeriense es una explosión de color y un escenario de postal.
Es uno de Los Pueblos más Bonitos de España y deslumbra con sus callejuelas impolutas y la explosión de color de las flores que decoran balcones, ventanas y fachadas. Su singular belleza y su rico pasado histórico, herencia de romanos y musulmanes, pero también de la industria minera, hacen de este pequeño municipio un lugar que merece ser visitado y explorado con calma.
Pasear por Lucainena de las Torres es sumergirse en un escenario de postal. El casco antiguo se encuentra adornado con macetas y flores que impregnan cada rincón de un ambiente acogedor y vibrante.
En el corazón del pueblo, la plaza del Ayuntamiento destaca con su blancura y por un árbol centenario que ha sido testigo del paso del tiempo y de las transformaciones que ha experimentado esta localidad con el paso de los siglos.
Entre sus principales puntos de interés, los antiguos hornos de calcinación y el que hoy es Camino Natural Vía Verde Lucainena de las Torres-Agua Amarga son testimonios de su pasado minero. También se pueden visitar los lavaderos, que en su día fueron un punto neurálgico del día a día en la localidad, el Museo de la Cerámica, donde se exhiben más de 270 piezas que reflejan una tradición alfarera, o la iglesia de Nuestra Señora de Montesión, un imponente templo neoclásico del siglo XVIII y uno de los símbolos del municipio.
Su pasado está marcado por su carácter estratégico y defensivo. Estuvo rodeado por una imponente muralla con siete torres, lo que le valió el nombre de Lucainena de las Siete Torres. Con el tiempo, estas estructuras desaparecieron, dando lugar a su denominación actual.
Sin embargo, aún se puede visitar la Torre del Molinillo, la única torre vigía que ha resistido el paso del tiempo. Situada en una colina cercana, esta construcción era clave para la defensa del municipio, ofreciendo una vista privilegiada del territorio y protegiendo a sus habitantes de posibles ataques.
Otro de los aspectos fundamentales en la historia de Lucainena de las Torres es su pasado minero. Durante años, el municipio desempeñó un papel crucial en la economía almeriense gracias a la extracción de hierro en los hornos de calcinación. Aunque la actividad minera cesó, su legado sigue presente en el pueblo y se ha convertido en un atractivo turístico.
Una de las mejores formas de descubrir esta faceta es recorriendo el Camino Natural-Vía Verde, un sendero que sigue el trazado del antiguo ferrocarril minero, ofreciendo a los visitantes la posibilidad de conectar con la naturaleza mientras exploran el pasado industrial de la zona.