José David Pereira Sánchez, vive en Posnania: “Llegué sin saber absolutamente nada de polaco y casi nada inglés”2
Desde el pasado miércoles, las banderas con los colores amarillo y blanco, del Estado Vaticano, salpican los balcones en las calles de Posnania. La elección del nuevo Papa Francisco se vivió con especial interés en el país más católico de Europa (con un 95% de creyentes). “El fuerte factor católico se puede ver incluso en las generaciones más jóvenes”, cuenta José David Pereira, un almeriense que llegó hace unos meses al país. “En todas las televisiones se retransmitieron las primeras palabras del pontífice. Todos comentaban acerca de qué tal será en su nuevo cargo este papa argentino, pero piensan que es bueno el hecho de no ser europeo ya que así traerá posibles mejoras al no verse influenciado del clima de crisis que envuelve a todo el continente europeo”.
Fue precisamente por escapar de esta crisis como el joven maestro decidió acompañar a su novia en una beca Erasmus. “En verano hice algo de dinero y sin tener ni idea de polaco (con ni idea me refiero a ni buenos días) y unas mínimas nociones de inglés (con mínimas me refiero a que siempre lo suspendía) cogimos un avión y nos plantamos aquí, al oeste de Polonia”, cuenta José David.
Para el almeriense, encontrar piso fue mucho más fácil que encontrar trabajo, aunque la baja tasa de paro de la ciudad y el carácter abierto de su población -además de las dosis de suerte que acompañan a los valientes- hicieron el milagro: “Un día echando currículums me llamó un polaco que hablaba español y me ofertó la posibilidad de un trabajo en un restaurante español que abriría en dos o tres semanas. Así es que desde entonces trabajo en restauracja “Czerwona Papryka” que se traduciría como ‘pimiento colorao”.
Y desde su puesto de trabajo, el almeriense ha podido comprobar el creciente interés de la ciudadanía polaca hacia la cultura y la gastronomía española. “Me sorprende la cantidad de gente que ha viajado a España, sobre todo a Barcelona, y lo fácil que es para ellos aprender algo de español”, dice. De hecho, muchos clientes piden “jamón con vino” o “paella” y se interesan por conocer cuál es el secreto de la gastronomía española: “A los que me preguntan por la receta les contesto que es un secreto de mi madre y que no les va a quedar igual”, ríe el almeriense.
El éxito del nuevo restaurante se traduce en interminables horarios para José David: “Viernes, sábado y domingos entro a las 12 de la mañana y no hay hora de cierre, pueden ser las 3 o 4 de la mañana”, aclara. Sin embargo, reconoce que es un trabajo que le gusta. “Gracias a él estoy aprendiendo inglés, algo de polaco y sobre todo, aun siendo maestro, haciendo lo que hay que hacer: ¡de todo en la vida!”
Una ciudad turística
Y el tiempo libre, la joven pareja aprovecha para conocer Posnania. “Es una gran ciudad, turística, aunque en mi opinión, merecería más turismo, cosmopolita como cualquier ciudad centroeuropea y que no se parece en nada a mi Almería natal. Con nada es en nada”, dice tajante. Una de ess grandes diferencias es el clima: “hoy, 14 de marzo, escribo a menos dos grados y eso que la primavera nos pisa ya los talones”.
Y como gran ciudad, “siempre está todo en movimiento. Los servicios de transporte público son más precisos que un reloj”, describe, y la población extranjera encuentra la amabilidad y disponibilidad de los residentes. “La mayoría de españoles están de Erasmus, aunque muchos otros están con empresas construyendo infraestructuras importantes como carreteras o parques eólicos”, añade el joven.
No es extraño así saber que, aunque la beca finalizará en verano, el almeriense no descarta volver a la ciudad polaca para continuar una aventura que le ha llevado al corazón de Europa.