La crisis sigue cebándose con las economías domésticas almerienses. El número de ciudadanos de la provincia en precariedad sigue su escalada alcista, debido sobre todo al repunte del desempleo, a la reducción de salarios y a los ajustes llevados a cabo por el Gobierno, según se desprende del informe elaborado por los técnicos del Ministerio de Hacienda.
Según este documento, Almería sufriría ya una tasa del 53%, de su población, dos puntos por encima de la media andaluza.
El informe, elaborado a partir de datos oficiales de diferentes organismos estatales y autonómicos, revela que la tasa de precariedad en Andalucía –que incluye núcleos familiares con ingresos conjuntos iguales o inferiores a 12.000 euros brutos anuales, así como familias sin ingresos– se sitúa en el 51% de la población, por lo que en la actualidad afecta a un total de 4.296.781 de personas.
En Almería los mileuristas asalariados suman 283.583 y mileuristas autónomos  23.191. En cuanto a los adultos almerienses sin ningún ingreso, que sobrevive en su mayoría gracias a la solidaridad familias y organizaciones de caridad, sobrepasan ya los 65.000. El total de adultos en precariedad, por tanto, en la provincia suma 372.648. Estos datos, según los técnicos, implican un adiós a las clases medias.
En Almería, a finales de 2007, cuando apenas se empezaban a notar los efectos de la crisis, la precariedad se extendía a menos del 40% de la población.
Desde entonces, los rendimientos del trabajo de los asalariados y autónomos no han dejado de caer, mientras que, por el contrario, las rentas altas han invertido gran parte de su capital en diferentes instrumentos como las SICAV, sociedades patrimoniales y otros instrumentos de inversión para reducir o eludir sus pagos al Fisco.
Buena parte de los 65.000 almerienses  sin ingresos sobreviven con trabajos dentro de la economía sumergida, según el informe de los técnicos de Hacienda, que Asempal estima en un 25% de total. Esta cifra no para de aumentar, alentada sobre todo por el aumento del paro.