‘Aunque me abandones, seguiré a tu lado’, así ha titulado El Refugio el documental de Aston: su rescate, su adopción, su nueva vida, y por encima de todo, su conmovedor ejemplo.

Todo ocurrió en una isleta de la carretera que da acceso a la población de Adra. “Un coche para y se abre una de sus puertas por la que hacen descender a un perro de raza mastín. La puerta se cierra, el coche desaparece, y el perro queda solo, a su suerte, en mitad de aquella cuneta”. Así describen los responsables de la protectora El Refugio la triste secuencia de lo que le ocurrió a Aston y cómo se producen muchos abandonos en nuestras carreteras.

“Muchos humanos no entendemos cómo alguien puede hacer algo semejante, pero mucho menos capaz de entenderlo fue este perrito (al que han llamado Aston Mastín), cuya mente fue incapaz de contemplar la posibilidad de que su dueño le hubiese abandonado”. Tanto fue así, que permaneció en el mismo lugar durante siete días con sus noches, sin agua ni alimento, expuesto al peligro de ser atropellado, y con el único convencimiento de que su dueño iría a buscarlo.

Dos vecinos de la zona le dieron comida y agua, y se pusieron en contacto con El Refugio, que acudió en su ayuda. Tras ser rescatado y recibir tratamiento veterinario, Aston ha sido felizmente adoptado por Sergio y su familia, vecinos de Madrid.