Las extracciones en pozos lechugueros sí afectan a los manantiales velezanos
La Asociación en defensa del agua de Los Vélez entrega un informe que contradice el de la CHG

Reunión de alcaldes y miembros de la Asociación en la que entregaron el nuevo informe al subdelegado.
Decepción e incredulidad fueron los sentimientos que dejó entre los miembros de la Asociación por la defensa del agua de Los Vélez el informe sobre la situación de los acuíferos de la comarca elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y presentado a finales del pasado año por el subdelegado del Gobierno, Andrés García Lorca.
Desde el primer momento, la Asociación decidió hacer un ‘contrainforme’ porque no podían aceptar las conclusiones del oficial. Pues bien, este documento ya está listo y ayer se lo presentaron al subdelegado los alcaldes de los cuatro municipios de Los Vélez, el presidente de la Asociación por la Defensa del Agua, Pascual Soriano; y el hidrogeólogo, Diego Gea, que junto a Francisco Moreno son los autores de este informe.
Dos acuíferos
El documento elaborado por la CGH asegura que las extracciones de aguas subterráneas de las empresas lechugueras de ninguna manera eran los causantes de la drástica disminución del caudal de las milenarias fuentes velezanas, ya que el acuífero de Sierra de María-Orce está compartimentado y, por tanto, se trata de dos diferentes.
De esta forma, según la CHG, la obtención de agua para los cultivos de lechuga en la zona de Orce no podía afectar a los manantiales que se nutren del de Sierra de María. LaConfederación achaca merma de agua únicamente a la escasez de las precipitaciones, más acusada decía el informe del organismo de cuenca, en la zona de los Vélez que en la de Orce.
Conexión geológica
Sin embargo el informe hidrogeológico presentado ahora por la Asociación por la Defensa del Agua de los Vélez dictamina todo lo contrario: “sí hay conexión geológica e hidrogeológica, se trata de un solo acuífero, las extracciones de los pozos ‘lechugueros’ afectan a los manantiales velezanos siendo los principales causantes de la disminución de su caudal y no es cierto que en la zona de Orce llueva más que en los Vélez.
El informe de los técnicos de la asociación, ha consistido en comprobar, analizar y completar los datos aportados por el de la CHG, que se basaba en un estudio de geología estructural realizado por varios especialistas de la Universidad de Granada y publicado en 2015 en la revista de prestigio internacional Journal of Geodynamics.
Y precisamente, ha sido el primer autor de este estudio el que ha confirmado a Moreno y Gea que la Confederación erró a la hora de interpretar su trabajo y, por tanto, extrajo conclusiones equivocadas que fueron plasmadas en el informe presentado por García Lorca.
Tras la reunión, el subdelegado ha trasladado a la Asociación y a los alcaldes de la comarca su intención “de estudiar fehacientemente este nuevo informe, para con posterioridad adoptar las medidas que puedan ser necesarias en base a derecho”.
Los hidrogeólogos de la Asociación proponen que “como medida urgente, las captaciones deben paralizarse al completo para que el equilibrio del sistema acuífero se recupere, lo cual llevará años. Sería una temeridad permitir que los regadíos se pongan en funcionamiento en el año 2017”, afirman.
La “mala interpretación” de la CHG
Dado que el informe de la Confederación se basaba en un estudio de la Universidad de Granada, los hidrogeólogos de la Asociación solicitaron una aclaración al primer autor de dicha publicación, Carlos Sanz de Galdeano, el cual ha emitido un informe en el que explica que la CHG malinterpreta su estudio y equivoca groseramente la estructura real de la Sierra de María.
Así, afirma rotundamente que “la estructura que indica (la CHG) no responde ni aproximadamente a la realidad”, que “los datos de la estructura no avalan, al contrario, la existencia de esta divisoria de aguas subterráneas” y concluye que “dado que desde el punto de vista de la estructura no se puede definir en el estado actual del conocimiento ninguna divisoria de aguas cualquier aumento de extracción en la parte occidental del acuífero tendrá su repercusión en la oriental. El riesgo de contribuir a la disminución de los caudales de agua -y en su caso a su desaparición- se muestra cierto y directo”.