En lo más profundo de la Sierra del Aguilón, en la localidad almeriense de Pulpí, en pleno corazón del Levante Almeriense, se esconde un tesoro de la naturaleza que parece sacado de un cuento de aventuras: la Geoda gigante de Pulpí. Se trata de una cavidad natural tapizada de enormes cristales transparentes de yeso, algunos de casi dos metros, que brillan como si fueran diamantes. 

Lo cierto es que la Geoda de Pulpí no solo ha inspirado a científicos y turistas, sino también a artistas. El dibujante Fernando Corella ha dedicado un cuento a su historia y a través de ilustraciones y narrativa explica de manera amena y educativa el origen y descubrimiento de este tesoro turístico, acercando su historia a los más pequeños y fomentando su interés por la geología.

Una vez dicho esto, ¿sabías qué...? Esta Geoda se formó hace millones de años, gracias al agua cargada de minerales que se filtraba entre las rocas, aunque se descubrió en diciembre de 1999 dentro de la antigua Mina Rica por miembros del Grupo Mineralogista de Madrid. Mide más de ocho metros de largo y dos de alto, lo bastante grande para entrar en ella. A todo ello se le suma que sus cristales de yeso alcanzan hasta dos metros de longitud y son tan puros que parecen de cristal.

La Geoda de Pulpí, la más grande del mundo

Es la geoda más grande de Europa visitable y la segunda del mundo. Pero, ¿qué es una geoda? Para entenderlo fácil, imagina un huevo de dragón que, en lugar de yema, guarda en su interior un montón de cristales brillantes. En el caso de Pulpí, los minerales y el agua trabajaron juntos durante millones de años hasta dar forma a este espectáculo natural. 

Y es que, por increíble que parezca, no existe otra geoda que se pueda visitar en el mundo de estas dimensiones. Solo la de Naica, en México, la supera en tamaño, pero esa está a más de cuarenta grados de temperatura, imposible de visitar sin equipos especiales. Otro dato curioso para los más pequeños: tiene una particularidad que la hace única: la pureza de sus cristales. Son tan transparentes que se pueden ver a través de ellos como si fueran ventanas naturales.

Un secreto que Almería comparte con el mundo

Durante muchos años, este rincón permaneció oculto. Fue descubierto en 1999 y desde entonces se ha convertido en un símbolo de orgullo para Almería, atrayendo visitantes de todas partes. Hoy, la Geoda de Pulpí no solo es un reclamo turístico, sino también una oportunidad para aprender a respetar y cuidar la riqueza natural que esconde el planeta.

No obstante, aunque la Geoda Gigante es la estrella indiscutible, la Mina Rica alberga otras geodas espectaculares. Entre ellas destacan la Geoda Partida y la Geoda de Colas de Golondrina, conocidas por la belleza y singularidad de sus cristales. Estas formaciones complementan la riqueza geológica del lugar, ofreciendo a los visitantes una experiencia aún más enriquecedora.

A las puertas de ser Patrimonio Mundial de la Unesco

La Geoda de Pulpí aspira a ser reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Para ello, se ha realizado un estudio de viabilidad y presentado la candidatura ‘Geoda de Pulpí: Luz en la oscuridad’, que ha entrado en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial. Este es el primer paso para que, en el futuro, la Geoda obtenga este prestigioso reconocimiento internacional.