La Alcazaba de Almería en 60 minutos para familias inquietas con el rey Jairán como guía turístico
De muralla en muralla y sin perder la sonrisa: así es la ruta exprés por la Alcazaba con retos y dibujos y el primer rey de la taifa de Almería como protagonista
Dibujo de La Alcazaba de Almeria
No cabe duda de que la Alcazaba de Almería, joya andalusí y uno de los conjuntos monumentales más visitados de Andalucía, supone parte de la identidad de los locales. También para los almerienses más pequeños del hogar. Sin embargo, no siempre es fácil acercar el patrimonio cultural a los niños. ¡Ah! Otro punto a tener en cuenta es que su acceso es gratuito y ahí va un dato curioso: después de la Alhambra de Granada, es la construcción musulmana más grande de España.
Bienvenida de Khayran al-Amiri o Jairán, primer rey de la taifa de Almería en el siglo XI
Una forma didáctica pasa por recorrer sus tres recintos en apenas una hora con un mapa ilustrado que combina historia, símbolos y juego para despertar la curiosidad infantil. El itinerario arranca en el acceso principal de la Calle Almanzor. Allí los pequeños visitantes reciben un mapa para colorear, con torres, arcos y murallas convertidos en personajes y retos.
Primera parada: El Muro de la Vela
Nada más cruzar la gran puerta de la Alcazaba comienza la aventura. El primer recinto, el espacio más amplio de la fortaleza, es como un enorme patio de recreo histórico donde las familias pueden pasear, jugar a imaginar y asomarse a miradores que cuentan mil historias.
Vivir
Un libro de cuentos para acercar a los más pequeños la historia de la Alcazaba
Marta Rodríguez
Lo primero que sorprende es la muralla interminable que se alza, con sus dientes de piedra —los merlones— que parecen coronas gigantes vigilando la ciudad. Allí está el Muro de la Vela, llamado así porque en lo alto ondeaba una campana que avisaba a todos los almerienses de acontecimientos importantes: desde ataques enemigos hasta celebraciones.
Primer recinto: Muro de Vela y Baluarte de la Campana
Entre las murallas se esconden jardines y caminos que antes fueron huertos y espacios de cultivo. Pasear por ellos es imaginar a los antiguos habitantes cuidando de sus plantas, mientras los soldados vigilaban desde lo alto. Los bancos actuales invitan a descansar y sacar lápices de colores para dibujar el paisaje.
Este primer recorrido, se completa con el Baluarte de la Campana. Su nombre ya suena misterioso, ¿verdad? Este baluarte era una especie de torre reforzada, una parte de la muralla que servía para defender mejor la entrada al recinto. Allí, los visitantes más pequeños suelen jugar a ser caballeros y guardianes del castillo, protegiendo las puertas de la fortaleza.
Baluarte de la Campana en la Alcazaba de Almería
Segunda parada: el corazón de la Alcazaba
Imagina que entras en un lugar secreto, lleno de rincones mágicos. Eso es la segunda estancia de la Alcazaba. Aquí vivía la gente importante y pasaban cosas muy curiosas. En esta estancia puedes jugar a ser un explorador: busca el agua escondida, imagina que entras al hammam con vapor por todas partes, o hacer de guardián en la torre. Te propongo que encuentres estos lugares y los señales en el siguiente mapa.
Mapa de la segunda estancia de La Alcazaba de Almería
- Los aljibes: eran como enormes “botellas de agua” escondidas bajo tierra. Allí guardaban agua fresca para que nunca faltara, aunque hiciera mucho calor.
- Los baños (hammam): un lugar donde la gente se bañaba y charlaba. Había agua caliente, vapor y también zonas frías. ¡Como un spa medieval!
- Las casas árabes: aquí vivían familias con sus cocinas, patios y habitaciones. Si paseas por ellas, puedes imaginar cómo jugaban los niños hace mil años.
- La ermita de San Juan: es una pequeña iglesia que se construyó más tarde, cuando llegaron los cristianos. Sus piedras cuentan otra parte de la historia.
- El arco cristiano: parece una gran puerta hecha de ladrillos. Es como si alguien hubiera firmado en la muralla diciendo: “¡Ahora estamos nosotros aquí!”.
- La Torre de los Espejos: una torre altísima que servía para vigilar. Su nombre suena misterioso, ¿verdad? Desde allí veían todo lo que ocurría alrededor.
La tercera estancia: el castillo de los Reyes Católicos
Después de los jardines y las casas, llegamos al lugar más fuerte y poderoso de la Alcazaba: la tercera estancia. Aquí se levantó un gran castillo cuando llegaron los Reyes Católicos. Es el rincón más guerrero, donde la historia se llena de batallas, armaduras y banderas al viento.
Tercera estancia de La Alcazaba de Almería
En esta tercera estancia puedes jugar a ser un caballero o una princesa. Imaginar que corres por el patio de armas, que vigilas desde la Torre del Homenaje o que proteges la pólvora como un guardián secreto.
- El Patio de Armas: era como un enorme patio de juegos… pero para soldados. Allí se preparaban antes de una batalla, entrenaban con espadas y guardaban sus caballos.
- La Torre del Homenaje: imagina la torre más alta, la jefa de todas. Desde arriba se podía ver la ciudad entera y el mar. Servía para vigilar, pero también para mostrar el poder de los reyes.
- La Torre de la Noria del Viento: tenía ese nombre tan curioso porque allí el aire soplaba fuerte. Era como un molino sin aspas, siempre con brisa.
- La Torre de la Pólvora: aquí guardaban la pólvora y las armas. Era el almacén secreto de explosivos, protegido para que no pasara nada.
- El Baluarte del Saliente: una parte de la muralla que salía hacia fuera, como si la Alcazaba sacara pecho para defenderse.