Si quedara en pie un solo molino de viento en toda La Mancha se defendería preservarlo y si ya no quedara ninguno, propondríamos reproducir uno, ¿no? Entre 2000-2004 se publicaron en Almería 9 artículos con mi propuesta de Ecomuseo de la Vega como expresión de amor a nuestros mayores, para dejar constancia de las formas de vida tradicionales y como saldo de la deuda que Almería tiene con su Vega. La propuesta -ampliamente desarrollada en mi libro: La Vega de Almería, una forma de vida que se acaba, 2003- era indultar un viejo cortijo, para así, en él y en su entorno (tierras de cultivo, esplaná, horno, noria, balsa, aljibe de agua de lluvia, etc.) revivir la labranza, el ordeño, la cocina tradicional, las hogueras de S. Antón, los juegos de los niños, la recuperación de oficios, etc., etc. Y en el centro, el cortijo. La idea fue recogida por Miguel Cazorla en su propuesta de anillo museístico de 2007. Los técnicos han hecho su trabajo, nada que objetar. Mi profundo dolor es que, lo que se nos presenta, haya salido adelante con el apoyo de la Asociación de la Vega de Almería. No era para esto. M Gálvez Ibáñez. Médico y escritor